Los momentos más sonados y polémicos de Serena Williams
La tenista acaba de cumplir 37 primaveras. Una carrera llena de éxitos y reivindicaciones.
Serena Williams es todo pasión, para lo bueno y para lo malo. La fuerza y carácter que la han llevado a lo más alto en las pistas es la misma que le ha conferido floridas disputas, declaraciones sonadas y más de una salida de tono.
La diva del tenis acaba de cumplir 37 años desde el puesto número 16 del ranking mundial. La jugadora, que ha anunciado que no volverá a competir en este 2018, nos ha dejado grandes momentos como estos que repasamos a continuación:
Curvas, sí por favor
La tenista reconoció en el 2013 que le costó admitir ser "gruesa" y que no se compara con su hermana Venus, que es "alta y delgada".
En una entrevista concedida a la revista DuJour, la estadounidense agregó que "vivir en una sociedad en la que mucha gente es delgada es duro" e hizo sorprendentes declaraciones como que "ninguna deportista tiene las tetas como yo" o que "podría perder 9 kilos y seguiría teniendo este trasero".
Reina del deporte blanco
Williams también se ha reivindicado contra la desigualdad salarial que afecta a las mujeres negras. Y es que, según datos del año pasado, en Estados Unidos las mujeres de color cobran 37 centavos menos que los hombres, lo que se traduce en que por cada dólar que ellos ganan, ellas cobran sólo 0,63.
"Cuando era pequeña me dijeron que no podría cumplir mis sueños por ser mujer, y aún menos por el color de mi piel", confesó la atleta, que ha superado todas estas adversidades, consiguiendo 23 títulos individuales en torneos Grand Slam y ostentando la primera posición en el ranking WTA durante más de 300 semanas.
Ella es la única mujer que ha estado en la lista de los deportistas mejores pagados (puesto 51) durante el año pasado, pero ya ha salido de tal exclusivo ranking - al estar de permiso de maternidad y reducir sus ganancias- y sólo aparece en la lista de las atletas femeninas con más ganancias del mundo, encabezando la misma.
Es la primera vez en 8 años que ninguna fémina queda incluida y pone en cuestión el salario promedio de la mujer en este sector.
Mientras Williams ganó 18,1 millones de dólares, Mayweather, que encabeza la lista de "Los 100 deportistas mejor pagados del mundo" en 2018, llegó a los 285 millones de dólares. Messi es el número 2 con 111 millones de dólares y Cristiano Ronaldo el número 3, con 108.
En el mundo del tenis la la brecha salarial que separa a hombres y a mujeres también existe (Serena ha ganado varios millones de dólares menos que Novak Djokovic, aunque tiene más títulos individuales de Grand Slam).
Aún con todo, ella ha roto todos los estereotipos y obstáculos en el llamado "deporte blanco". Un juego elitista que ha abusado del concepto de belleza de las mujeres blancas, europeas, de piernas largas y delgadas, obligadas a utilizar ropa que deje a la vista sus encantos.
Así, la tenista ha tenido que enfrentarse a reacciones por su elección de vestimenta, como cuando en el Abierto de Francia utilizó un mono de lycra y los funcionarios del torneo prohibieron su uso en el futuro porque "no respetaba el juego y el lugar".
Feminismo y poder
La clave y la razón dada por Serena para considerar la actuación del juez de silla como "machista" fue el trato desigual mostrado con ella ante las posibles instrucciones de su entrenador.
Sin embargo, muchos han visto un abuso de poder de la diva del tenis y que el posible machismo no era más que una excusa para justificar un mal comportamiento sobre la pista de juego.
A Williams le pudo su temperamento en un momento nada agradable para una ella.
Deportista de élite y madre
Y es que no es fácil ser deportista, mujer y madre.
La tenista se ha enfrentado al reto de conciliar familia y trabajo e incluso ha llegado a confesar que no se siente buena madre y que mantiene una lucha psicológica consigo misma entre estar con su hija y a la vez ser la mejor atleta.
Serena fue madre primeriza de una niña en septiembre del 2017.
El parto se complicó, sufrió una embolia pulmonar que le reabrió la cicatriz de la cesárea y puso en peligro su vida; en total, estuvo alejada de las pistas durante 14 meses (entre el embarazo y la baja maternal de 6 meses). De ser la número 1 a la 491. Esa fue la penalización que deportista tuvo que pagar cuando regresó a la competición.
Ahora, la estrella no sólo ha recuperado su forma sino que sigue dando de que hablar y es más que nunca un icono para mujeres, atletas, afroestadounidenses y madres trabajadoras.
Lo último de la atleta, cantar desnuda para ayudar a la lucha contra el cáncer, un vídeo que ya acumula casi 2 millones de reproducciones en Instagram.