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#LaRuta: El Dresgange español, Clemente López-Dóriga

Fue ciclista, mecenas, cronista, organizador... Y a final de 1934 convenció a Juan Pujol, director del Informaciones, para montar la Vuelta a España.

#LaRuta: El Dresgange español, Clemente López-Dóriga

Uno de los inscritos en el Circuito de El Sardinero, el 23 de septiembre de 1913, lo hizo bajo el nombre de Lapize. Obviamente no se trataba del ganador del Tour de Francia de 1910, sino de un seudónimo que escondía detrás a un muchacho de 18 años de buena familia: Clemente López-Dóriga y López-Dóriga (1895-1957). Con ese apodo esquivó la prohibición familiar de montar en bicicleta, impuesta después de que su hermano Alfredo muriera en el descenso de la cuesta de La Pajosa.

Clemente López-Dóriga fue un buen ciclista, doble campeón de Castilla la Vieja en 1918 y 1919. A su retirada, en 1921, continuó siempre ligado a este deporte. Primero como mecenas de corredores como Victoriano Otero y los hermanos Trueba (José, Vicente y Fermín). Luego como organizador de la Vuelta a Santander, la Madrid-Santander, la Subida al Escudo, la Subida al Alisas.... Y, también, como cronista del diario Informaciones

Clemente López-Dóriga posa con dos ciclistas cántabros: Adolfo Cruz y Julio San Emeterio. Siempre cuidó de los valores de la tierruca.
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Clemente López-Dóriga posa con dos ciclistas cántabros: Adolfo Cruz y Julio San Emeterio. Siempre cuidó de los valores de la tierruca.

Su proyecto más transcendental aún faltaba por llegar. López-Dóriga había trasladado a varios periódicos la idea de organizar una gran vuelta, a la imagen del Tour en Francia y el Giro en Italia, pero no lograba hechizar a nadie hasta que en invierno de 1934 convenció al director del Informaciones, Juan Pujol.

La primera Vuelta a España arrancó el 29 de abril de 1935, a las ocho menos cuarto de la mañana, en la Puerta de Atocha de Madrid. Celebró dos ediciones hasta que se interrumpió por la Guerra Civil. Tras el golpe militar, López-Dóriga volvió a participar en su recuperación en los 40, con el diario Ya. Así se convirtió en el Henri Desgrange español.