Paloma que va volando no dice a dónde ni cuándo
Mediados de julio, la época del año en que los que no están disfrutando de sus tan esperadas vacaciones, están esperando unos días para descansar. En cambio, para los cazadores que se decantan más por la caza menor, se les empieza hacer largos los días (que de por sí lo son).
Mediados de julio, la época del año en que los que no están disfrutando de sus tan esperadas vacaciones, están esperando unos días para descansar. En cambio, para los cazadores que se decantan más por la caza menor, se les empieza hacer largos los días (que de por sí lo son).
Días de sol, calor y espera. Días en los que sus salidas al campo para localizar el canto de la codorniz o a controlar los pasos de palomas son diarias. Precisamente de la paloma torcaz, ave de gran cuerpo y carnes sabrosas, quiero hablarles hoy. En otro blog hablaré de la codorniz, pero hoy los susurros son de palomas, y que susurro...
Para llegar a tener cobrada una paloma, previamente se requiere de mucho esfuerzo y dedicación.
Esta especie cada vez es más urbanita que de paso y, por este motivo, sus pasos naturales en busca de comida y bebida, son más difícil de localizar y por lo tanto de fijar.
No solo depende de que sus costumbres sean cada vez más urbanitas, intervienen muchos factores externos que no están en la mano del cazador poder controlar. Sus sentidos hacen que, con una simple tormenta, donde antes pasaban miles de palomas, dejen de ser vistas y, de repente, las localicemos donde antes no se las veía surcar los cielos.
De un año a otro varían sus pases, dependiendo de las tierras que hayan sido cultivadas. Sorprende ver cómo después de la siega eligen una ruta, y al terminar con el grano que ha quedado en el suelo, cambian las misma.
Por eso los palomeros que se presten, no solo controlan los pasos de sus cotos, también controlan las tierras donde van a comer.
En los últimos tiempos esta modalidad de caza se ha puesto de moda y con ello cada vez más común encontrar la comercialización de tiradas de palomas. Lo que tiene sus ventajas, como dar la posibilidad de disfrutar a los que no tiene cotos de caza con esta preciada ave, como sus desventajas, al concentrar a las palomas en grandes cebaderos, "robando" con ello los pasos naturales de los cotos colindantes, pero este tema además de largo de hablar puede resultar motivo de conflicto y ¡Dios me libre!
La pasión que levanta esta caza es impresionante y motivos de largos debates entre cazadores sobre cimbeles, grano con el que cebar, incluso con que munición y choke tirar.
Personalmente me gusta averiguar que han sembrado cada año en las tierras colindantes y con eso mismo cebar. Respecto a los cimbeles, donde cazo solo se pueden usar artificiales y sin motor que los mueva, por eso busco los que resultan más naturales a la vista.
En cuanto al cartucho que empleo, sin duda 32 gramos de 6ª y con choke de dos estrellas, ya que me encanta tirar esas palomas que asemejan golondrinas.
Ya tenemos a la vuelta de la esquina la media veda y no quiero dejar de pediros que una vez que terminéis vuestras tiradas recojáis todas las vainas, que después viene Calleja y nos regaña, y sobre todo por favor, mucha prudencia a la hora de disparar, ya que muchas veces el estar metidos en medio de una magnifica tirada nos hace bajar la guardia y tener algún disgusto. Disfrútenlo...
¡Salud y buena caza!