No perdamos el respeto
Llevamos unos días moviditos. Días en los que en el Congreso se ha aprobado por votación la ‘Ley Narbona’ de las especies invasoras. Como en la mayoría de los casos, ha servido de polémica y para sacar a la luz los trapos sucios de unos y de otros.
Llevamos unos días moviditos. Días en los que en el Congreso se ha aprobado por votación la ‘Ley Narbona’ de las especies invasoras. Como en la mayoría de los casos, ha servido de polémica y para sacar a la luz los trapos sucios de unos y de otros.
Por otro lado, personajes en el candelero público se han manifestado abiertamente en contra de la caza, como Jesús Calleja o el actor Fernando Tejero. Lo que ha provocado una reacción, y no buena, del colectivo cazador.
Ahora bien… ¿Qué es lo que de verdad importa? Sin ninguna objeción: nuestro campo, nuestra flora, cada una de sus especies, su conservación, el mundo rural, etc.
Es muy triste leer descalificativos que llegan a tal grado en el que parece que todo sirve, que se ha perdido la humanidad, que vale más la vida de un animal que la de una persona, que entre unos y otros el espectáculo es dantesco. Se ha perdido el respeto y eso no se puede concebir.
Calleja publicaba un vídeo recogiendo vainas usadas que supuestamente habían dejado cazadores en el monte.
Ahora bien, aunque no venga a cuento, es cierto que somos los primeros responsables en dejar nuestros campos limpios de cartuchos, de restos de un picnic dominguero con la familia, de lo que sea.
Un altísimo porcentaje de cazadores recogemos nuestras vainas, limpiamos nuestros montes, echamos comida a los animales, llenamos sus bebederos en época estival donde el calor aprieta…Pero es cierto que todavía queda alguno, y una servidora lo ha visto poniendo el grito en el cielo, que lamentablemente no lo hace.
Pues que sirva todo esto para algo más que para abrir una guerra en redes sociales y concienciemos a esos pocos cazadores que aún no lo hacen a que es vital que recojan las vainas (esto me ha costado más de una discusión en el monte).
El movimiento animalista nos tiene en su punto de mira constantemente. Demos ejemplo de buen hacer, de educación, transmitámosle nuestro amor incondicional al campo. Pero con el insulto y el odio no se llega a ningún buen puerto.
Por otro lado, entra en escena Fernando Tejero, insultando, calumniando y vejando, a una cazadora por publicar una foto de un trofeo abatido. Un poquito de por favor, Sr. Tejero, que estamos en el siglo XXI y hay una cosa que se llama educación. Y hasta donde se sabe, la cazadora no estaba practicando ninguna actividad ilegal. Como no lo hacen tus amigos toreros con los que te gusta salir en instantáneas. Cuando lo hiciste, no recuerdo ver ninguna crítica del resto del colectivo animalista… Y mucho menos, del entorno rural.
La caza es algo más que abatir un animal o el momento de apretar el gatillo. Suscribo una vez más que los cazadores amamos nuestro campo y dedicamos horas y horas de nuestro tiempo, además de dinero de nuestro bolsillo, en cuidarlo. Pero eso, por desgracia, no se ve.
Espero que estos vientos sean temporales y esta moda de perder el juicio a la hora de insultar libremente, la perdida de los valores humanos, el sinsentido y el no tener respeto por nadie, amainen pronto, ya que de seguir por estos derroteros no sé hasta dónde les van a dejar llegar… (Que Dios nos pille confesaos).
Nuestra forma de vida es algo que llevamos dentro y nada ni nadie podrá impedir que la caza y el mundo rural corran por nuestras venas. Pero eso sí, no perdamos lo más importante: el respeto.
¡Salud y buena caza!