Así es la e-bike urbana de BMW
Toma de contacto con la nueva bicicleta eléctrica que la marca alemana ha diseñado para moverse en la ciudad.
Hoy me tendréis que permitir una pequeña licencia. Ya comenté en su momento que en este espacio trataríamos principalmente la temática de la bicicleta eléctrica en su vertiente más lúdica o recreacional, dejando al margen la movilidad salvo excepciones puntuales. Y ésta es una de ellas. Por mi relación profesional con el mundo del automóvil, desde BMW España me ofrecieron la posibilidad de probar su nueva e-bike urbana y lo cierto es que me pareció una experiencia interesante: podría conocer las diferencias con mi bici de montaña y, de paso, descubrir las capacidades de la Active Hybrid para desplazarse por las calles de la ciudad.
Hecha esta aclaración (espero que el contacto os pueda interesar pese a distanciarnos de nuestro hilo argumental), os debo decir que la e-Drive me ha parecido un producto acorde con las expectativas que puede despertar una marca premium como la alemana. Su precio también: 3.400 euros. En todo caso, no es una cantidad disparatada considerando su calidad y el nivel en el que se mueven en general las e-bikes en España, elevados sin duda para un porcentaje importante de potenciales compradores.
La Active Hybrid (denominación que BWM utiliza también para sus coches con asistencia eléctrica) es una rígida de cuadro de aluminio, que desde el primer golpe de vista destaca por lo impecable de sus acabados. Tiene un diseño atractivo en el que cobra protagonismo la configuración de su tubo horizontal y las vainas posteriores. En el tubo diagonal se camufla, con mucha discreción, una estilizada batería extraíble de 504 Wh que alimenta el motor de origen Brose, ubicado en el eje del pedalier, como no podía ser de otro modo en una propuesta de tanto nivel (ya comenté en su momento que la solución de la integración en el buje de la rueda trasera no me parece la más adecuada).
Los componentes proceden de proveedores de reconocido prestigio (Shimano, FSA, Tektro, Selle Royale, SR Suntour), aunque en este sentido debo decir que me esperaba algunos de ellos de gama superior dentro de estas marcas considerando la calidad de la bici. Las ruedas, elemento determinante en un modelo de vocación ciudadana, son de 28 pulgadas y montan unos neumáticos lisos Continental, revelándose como un conjunto realmente rodador, especialmente para alguien como yo habituado a las ruedas gordas de una mountain bike.
El motor Brose tiene la potencia límite establecida legalmente para las e-bikes, 250 W que se gestionan por el correspondiente software y se manejan con el mando específico, con pantalla monocromo, situado en el lado izquierdo del manillar. Además de servir como ordenador de viaje con los datos esenciales del desplazamiento (distancia recorrida, carga de la batería, autonomía, velocidad, velocidad media…), unos pulsadores permiten elegir los tres diferentes modos de utilización disponibles (Eco, Normal y High) con la consecuente influencia en la potencia entregada por el motor y, por tanto, en el alcance de la asistencia eléctrica.
Tras estas someras pinceladas sobre las características de la Active Hybrid (se quedan detalles en el tintero, pero tampoco quiero aburriros con la descripción técnica), me gustaría resumir cuáles fueron mis sensaciones a su manillar. Vaya por delante de no soy usuario de este tipo de bicicletas, lo que imagino puede condicionar mi opinión al respecto, mis referencias con las mountain bikes son bien distintas. Partiendo de esta base diría que se trata de una excelente solución de movilidad urbana, una bici muy rodadora, ágil y rápida de reacciones, pudiendo utilizarse incluso sin muchos problemas prescindiendo de la ayuda del motor Brose, a puro golpe de pedal sin asistencia eléctrica (aunque su peso no es precisamente bajo).
La horquilla SR Suntour tiene un recorrido de 80mm, suficiente para circular por asfalto pero que me resultaron escasos habituado a longitudes que duplican esta cifra en las bicis de montaña, sin olvidar que un eje trasero rígido tampoco es lo que me hace más feliz, aunque asumo que es el estándar en este tipo de bicicletas y posiblemente no haga falta mucho más.
El motor Brose es potente y progresivo, con buena respuesta en todo momento y aprovechable en cualquiera de sus tres modos, facilitando circular a un ritmo impensable de otra manera incluso en pendientes pronunciadas. El cambio tiene un funcionamiento correcto y los frenos cumplen igualmente con su cometido sin carencias apreciables, aunque bien es verdad que no tuve oportunidad de ponerlos a prueba en un recorrido realmente exigente en este sentido. Sobre lo que tampoco me puedo pronunciar es sobre la autonomía de la Active Hybrid, no llegué a agotar su capacidad en las salidas que hice, menos de las que hubiera deseado.
El fabricante habla de un rango de hasta 100 kilómetros, imagino que en una utilización única en modo Eco y con un ciclista aportando una buena dosis de energía al movimiento; sin referencias más fiables, pienso que entre 50 y 70 kilómetros es una distancia accesible para cualquiera con esta BMW, un kilometraje más que suficiente para el uso urbano al que se destina.
Intenté el experimento de rodar con ella fuera del asfalto, en un camino sencillo, y aunque desde luego es posible no me parece lo más aconsejable. Ni sus ruedas ni desde luego su suspensión están concebidas para ello, así que no tiene sentido forzar la situación por la integridad de la bici… y del ciclista (la adherencia de los neumáticos lisos no es la necesaria en firmes deslizantes).
En definitiva, la BMW Active Hybrid me parece aconsejable para quienes busquen una bici ciudadana de calidad contrastada, perfectamente equipada para el uso al que está destinada y con un equipamiento que parece garantizar muchos años de disfrute sin el más mínimo inconveniente. Si además su propietario lo es también de uno de los lujosos coches alemanes, la tentación está servida para cerrar un círculo perfecto…