Discreción para crear la ilusión

Mattioni y Dátolo llegaron y nadie se enteró. Pareja se fue al Spartak y pocos sabían del movimiento. Silencio. Las cosas están cambiando en el Espanyol. Al menos en la dirección deportiva, donde mueven temas interesantes y a la hora de trabajar se dejan el megáfono en casa. Se trata de sumar, de aportar cosas diferentes y de cumplir la promesa de estar todos callados e ir a una. Bingo para todos los implicados, puesto que si uno está callado las operaciones acaban concretándose (y si no, nadie se entera de lo que intentaste). Lejos parecen ahora aquellas tristes escenas en las que incluso llegaron a viajar los futbolistas pretendidos hace unos años (los casos más relevantes, fueron el francés Ramé o Sergio González), después de que alguien abriera la bocaza para escampar el secreto, incrementar el precio del futbolista y muchas veces abocar al fracaso la operación.

Da la impresión de que en las oficinas tienen el mando y el que rompa el pacto, puede acabar sufriendo. En pocos días, la plantilla de Pochettino ha sufrido novedades importantes, que serán subsanadas de manera inmediata. Dicen que da gusto trabajar así, aunque a la Prensa nos acabe fastidiando mucho. Es lo que hay. Dani y los consejeros deben estar felices por los éxitos conseguidos, aunque luego se tendrá que ver la evolución de los recién llegados: será cuestión de tiempo. Lo que ya se conoce es que la discreción alumbra a la ilusión por hacer, al fin, una buena temporada.