Banderas trae una escudería de película

El año pasado se quedo con las ganas, pero Antonio Banderas no parece de los que no sacan adelante sus proyectos, sus sueños. Ahora sí, el actor malagueño ha encontrado los mimbres necesarios para poner en marcha un equipo del Mundial de motos que contará con su aval, lo que ya de por sí es mucho. Supongo que llamar a las puertas de los patrocinadores, de los medios de comunicación, del propio campeonato debe ser muy diferente si eres una estrella de Hollywood o un anónimo gerente de escudería. Así que seguro que el Banderas Team, o como decida que se llame, nace con vocación tanto de futuro como de éxito.

Pero más allá de los intereses particulares de la estrella de las pantallas y sus socios (incluyendo la oportunidad que le van brindar a Joan Olivé, un buen tipo y un buen piloto), la noticia es estupenda para el propio motociclismo. Sobre todo en los tiempos que corren. Banderas aporta solvencia, empaque y también recursos a un certamen que últimamente lo que más se lleva son berrinches en forma de fugas de equipos y patrocinadores. Además, descendiendo a un terreno mucho más banal, su personalidad es de las que cautivan: un hombre simpático, forjado a sí mismo y que pudiendo creerse el centro del universo tan sólo se cree dueño de su destino. Con personajes así, todo parece un poco más fácil, así que bienvenido sea...