Dos eñes en un discurso entre rusos

Hablemos de millones y de presupuestos, que también juegan. Sergio Scariolo fue la cuadratura del círculo en el Khimki, el entrenador de campanillas con el que los directivos del club ruso se han empeñado en llegar a lo más alto de Europa. El primer paso es la Eurocopa, torneo en el que hoy juegan las semifinales de la Final Eight tras desembarazarse en cuartos del Pamesa. Sobra el dinero, de ahí el interminable roster del que disfruta nuestro seleccionador nacional. Delfino, Garbajosa y McCarty lideran el operativo, fichajes con los que Aleksey Bodunkov, el presidente, quiere discutir la hegemonía de su máximo rival en Moscú y en la Liga rusa: el CSKA. Éste sigue siendo el gran referente y su clasificación para la Final Four de la Euroliga -fue el primer equipo en reservar plaza en Berlín- lo refrenda. Sin embargo, el Khimki quiere acabar con las jererquías. Su juventud (fue creado en 1997) le da el hambre para ello y la Copa rusa conquistada el pasado año fue un recado al enorme CSKA.

Pero Moscú no sólo ronda los títulos europeos en la Euroliga y la Eurocopa, sino también en la Euroliga femenina y la Eurochallenge. Ahí están el Spartak, que batió ayer al Ekaterimburgo en semifinales de la Final Four de Salamanca, o el Triumph, que se enfrentará al Cholet en la Final Four de Bolonia. Acento ruso en las cuatro competiciones europeas. Un discurso único que Iurbentia y Halcón Avenida quieren interrumpir con alguna que otra eñe.