Algunas sugerencias para el tratado de buenas maneras

Echo en falta actos así, que rindan homenaje a los viejos héroes y nos los dejen ver, echo en falta no escuchar más a menudo sus nombres y me parece entrañable que todavía levanten trofeos, aunque sea con los brazos de los hijos o los nietos. Echo de menos que el Madrid no luzca más a menudo esa magnífica suite con mejores vistas que el océano y echo en falta que los futbolistas no paseen por allí más a menudo, pero vestidos de gala, como comparecieron ayer Raúl y Beckham, que no se pone corbata por no abusar y se le perdona. Hay lugares que sólo se pueden pisar con los zapatos lustrados y ahora que se está redactando un tratado de buenas maneras sugiero que a los nuevos fichajes se les exija etiqueta el día de su presentación, porque, llegados a ese glorioso momento, a algunos muchachos sólo les falta el monopatín. Añoro que las estrellas no se muestren más y me sorprende que no se dejen ver con más frecuencia del brazo de sus mujeres, como hizo Beckham ayer, dejando la impresión de que le concedía una importancia especial al acto. Se le puede criticar por muchas cosas (no tantas), pero el comportamiento del inglés resulta siempre exquisito. Echo en falta otros gentlemen, más futbolistas que sonrían, profesionales que se sientan en la obligación de cuidar su imagen pública, de firmar autógrafos, de corresponder al cariño de los demás. Hay quien lamenta la falta de reconocimiento a su carrera y es incapaz de detenerse ante un aficionado. También podrían incluir esa cláusula en los nuevos contratos. Echo en falta actos así, recuerdos a Puskas y los demás héroes, a los que nunca vi, pero a los que, por alguna extraña razón, echo de menos.