Arma de destrucción masiva

Hay argumentos en contra del fichaje de Keane. En un equipo donde ya hay un exceso de jugadores que están al borde de la jubilación, es viejo. Ha perdido velocidad. Se ha vuelto, en los últimos dos años, más propenso a las lesiones. A favor está que no hay en el mundo jugador más duro y comprometido, que ofrezca la garantía de dar el 100% de la fuerza que le quede. Opera también en esa posición de mediocentro donde el Madrid ha estado necesitado. Keane, como jugador, puede ser la columna vertebral que el equipo necesita. Por lo menos en lo que queda de temporada.

Pero lo fascinante será ver, si el Madrid lo ficha, su impacto sobre la psicología colectiva del equipo. El irlandés, ex boxeador, inspira miedo. No se podrá comunicar bien con sus compañeros en cuanto a idioma, pero una mirada suya vale mil palabras. Es posible que no acabe a trompadas con nadie, pero la mera amenaza será más que suficiente para que ciertos jugadores del Madrid a los que no se conoce, exactamente, por su predisposición a dejarse la piel, se pongan a correr como si sus casas estuvieran en llamas. El ex capitán de Irlanda puede ser el revulsivo que necesita el Madrid, un equipo cuyos problemas están más en la cabeza que en los pies. Por otro lado, la medicina Keane podría resultar demasiado fuerte para las sensibilidades galácticas. El peligro es que impacte en el equipo como una bomba de destrucción masiva. Pero claro, como a estas alturas no hay mucho que perder...