El baloncesto se quita emoción

La liga ACB ha entrado en una fase en la que los equipos de cabeza son derrotados y no pasa nada. Madrid y Barcelona perdieron el último domingo, esta tarde uno de los dos volverá a hacerlo -para el Madrid ya serían tres derrotas consecutivas- y el resultado no tendrá la más mínima influencia en la consecución del título. Es lo malo de este sistema de competición que tiene el baloncesto. Una liga de 34 partidos para saber qué equipos juegan los playoff. En cuanto uno encarrila su clasificación se puede relajar que no pasa nada. No hay manera de saber si las derrotas son consecuencia de una crisis o es que la exigencia se ha rebajado intencionadamente para recuperarla cuando llegue la disputa de los títulos.

La ACB no sale de su error, pese a que las cifras están ahí. Audiencia media de los partidos de la pasada liga regular en TVE: 678.000 telespectadores. Audiencia media de esta temporada: 592.000. Ni un solo partido de la liga regular entra en la lista de las 500 transmisiones más vistas de 2004. Los aficionados saben que la liga está descafeinada y es difícil quedarse en casa para ver un partido en el que apenas nada hay en juego. Madrid y Barcelona ya están prácticamente clasificados para la Copa, y con siete victorias más en las 22 jornadas que quedan, también para los playoff. Esta es la emoción que reclama el baloncesto ACB cuando, desde su existencia, no ha parado de echar agua al vino, excepción hecha de la Copa.