Los drones, esas pequeñas aeronaves dirigidas por control remoto, se han convertido en aparatos cotidianos al alcance de todos. Conforme se hicieron populares empezó a surgir la necesidad de una regulación que ayudase a minimizar los riesgos de su uso y a evitar accidentes y la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) lo dejó claro: no se puede volar en zonas urbanas, sobre aglomeraciones de personas, de noche, cerca de aeropuertos ni aeródromos. Enrique Iglesias, que se cortó en la mano tratando de sujetar un dron durante un concierto en Tijuana, y el programa Cazadores de mitos ya han comprobado los peligros que entrañan las hélices de un dron.

En este video se muestra la razón por la que no está permitido volar en núcleos urbanos. En él puede verse como un dron atraviesa una ventana y se cuela en una oficina. “Estando sentado en mi escritorio oí como un misil seguido de una explosión enorme y vidrio por todo mi cuerpo. Al parecer alguien perdió el control de su dron. ¡Suerte de estar ilesos!”, afirma David Perel en su cuenta de Youtube, que vio como una de estas aeronaves irrumpía en su trabajo.

No es sólo una moda

Los drones han evolucionado y han llegado para quedarse. Sus utilidades, además del irremediable uso militar, cada vez son más numerosas y,de hecho, actualmente, existen drones anfibios,

drones cazadores de drones,

e incluso drones de carreras al más puro estilo Star Wars.