Según publica el Daily Mail, de fuentes anónimas cercanas a la pareja, Tiger Woods y Lidsay Vonn han puesto fin a su relación sentimental, ante las contínuas infidelidades del golfista con prostitutas de lujo, motivadas por su posible adicción al sexo.

La historia no es nueva y todos recordamos el escándalo de la separación del golfista con su anterior esposa, la modelo sueca Elin Nordegren, con quien estuvo casado de 2004 a 2010 y con quien tiene dos hijos.

En aquella ocasión, Tiger Woods, y sus abogados, ya alegaron su posible adicción al sexo para evitar las complicaciones de un divorcio muy sonado y que pintaba mal, por el posible despecho de la modelo.

Ahora, es la esquiadora Lidsay Vonn, que se encuentra en plena gira alpina por Nueva Zelanda, quien confirma la ruptura, motivada por las 'escapadas sexuales' de Tiger durante los periodos en los que permanecen separados por sus agendas deportivas.

Al parecer, según fuentes anónimas cercanas a Woods, el jugador ha 'vuelto a tener una recaída' en su adicción al sexo, y ha vuelto a concertar citas con prostitutas de alto standing, con las que superar sus derrotas en las pistas, desde el pasado mes de febrero, cuando quedó eliminado de un torneo en San Diego.

Esas mismas fuentes ponen especial interés en aclarar que no se trata de escarceos sentimentales con otras mujeres, sino puros encuentros sexuales con profesionales, a quienes pagaba enormes cantidades para garantizar su discreción y su disponibilidad para repetir una cita, a voluntad del jugador.

Al parecer el patrón de comportamiento se repite, y ya en su anterior 'crisis' llegó a gastar 40.000 dólares en encuentros con seis mujeres.