Esta noche hay estreno. Y no hablo de estreno de espectáculo. El estreno es de estadio, el Wanda Metropolitano, que viene a suceder al muy llorado Calderón.
Comenzó ya LaLiga, año I después del Vicente Calderón (d. V. C.). En enero el estadio no es que ya no sea, es que ya no estará. O quizá sea en febrero. O en marzo.
El Calderón fue casi siempre un feudo feliz para el Madrid. Inolvidables las finales de Copa de 1975, ante el Atleti, y la del 74 (4-0 al Barça).
‘El Brujo’ lideró los mejores momentos del Sporting en el Calderón y el más duro. Luis Enrique acabó en 1990 con el récord de imbatibilidad de Abel Resino.
¿Qué si es hora de ponerse sentimental? Por supuesto. Y de derramar alguna lagrimita. Estamos hablando de la despedida de un estadio mítico...
Un cielo encapotado bañaba la ciudad de Madrid mientras un servidor, con tan sólo nueve años, recorría el Paseo de los Melancólicos “con mi papá de la mano”.
Grandes recuerdos del Getafe en el Calderón, aunque muchas derrotas. Pernía dio el primer triunfo al Getafe en el Calderón; luego fichó por el Atlético.
Aquella tarde del 28 de mayo, cuando en mi reloj marcaban más o menos las 20:30, nos despedimos definitivamente y yo aún no termino de creérmelo.
Ignacio Bailador analiza la historia del Valladolid en el Vicente Calderón. En Liga jugó 27 veces: ganó cuatro, perdió 23 y no empató.
Duele. Y porque duele tengo que escribirlo. Sólo alguien tan especial como tú habría reservado el primer gol en sus redes a un tal Luis Aragonés.