Yamaha se ve reflejada en Honda
Lin Jarvis, máximo responsable de la marca, admite que ve similitudes con los del ‘ala dorada’ en sus crisis particulares y espera que Morbidelli se pueda “redescubrir” este 2023.
Celebraron un ansiado Mundial de MotoGP con Fabio Quartararo en 2021, pero en solo un año de diferencia, Yamaha estaba llamada a sufrir. Lo venía avisando el francés, porque pese a ser campeón del mundo, era más que consciente de que las Ducati era, e iban a seguir siendo en 2022, las mejores motos de la parrillas. Y ya no solo por ser las más completas, si no porque su velocidad continuaba muy por encima de lo que podían dar las demás marcas. ‘El Diablo’ insistió a más no poder a la marca: quería un extra de potencial ya que sin él, sería más difícil revalidar el título. Pese a su renovación, dio un ultimátum y los japoneses no se centraron. 2022 iba a ser duro y, perdiendo la corona con una segunda mitad de temporada decepcionante, resultó serlo. Y más que nunca se pusieron en la piel de Honda.
Hace ya años que su mayor rival sufre la peor crisis de su historia y, pese que sus intentos son múltiples, la ausencia de Marc Márquez no les permitió salir de un bucle que se mantiene. La esperanza está en 2023, cuando el español reaparezca a tiempo completo, aunque el de Cervera sigue insistiendo en los pasos que los del ala dorada deben dar este invierno para poder luchar por todo, incluso el Mundial. Yamaha también está en esas, buscando un “punto de inflexión” que no solo llegue dentro del box, si no en uno de sus pilotos: Franco Morbidelli. Subcampeón del mundo en 2020, el italiano ha estado desaparecido en las últimas temporadas. Y ya no por el hecho de no luchra por victorias o podios, si no que difícilmente ha estado dentro del Top15 este 2022. Pero sin cambios en su alineación, la marca y su máximo representante, Lin Jarvis, confían en que pueda “redescubrirse a sí mismo” porque “puede ser rápido”.
Y esa es otra de las grandes similitudes con Honda. Los del ala dorada se apoyan en Márquez mientras que, en Yamaha, lo tienen que hacer con un Quartararo que se fue de los test de Valencia sin grandes alegrías. “Creo que hay algunas similitudes con Honda. Creo que durante mucho, sobre todo los últimos, Marc siempre ha sido un piloto extraordinario que puede hacer cosas que otros pilotos simplemente no han podido hacer”, admitía Jarvis a Crash.net, asegurando que la lesión de rodilla de Morbidelli “ya no fue un problema” este pasado curso, aunque “le faltaba algo” ya que “nunca ha sido capaz de encontrar realmente la confianza con la moto”. Y es que “para que la Yamaha funcione bien, debes ser agresivo con los frenos y debes entrar rápido en la curva”, algo que Franco, desde su entrada al oficial tras la salida de Viñales, no ha podido encontrar. “Necesitas mucha confianza para hacer eso”, insiste el directivo, que, precisamente, resalta este punto como uno de los más fuertes de Fabio: “Tiene mucho confianza con la parte delantera de la moto y Frankie ha estado sufriendo para encontrar eso”.
El objetivo está en “darle una mejor moto para el futuro”. Tanto a Morbidelli como a Quartararo, porque, teniendo en cuenta que ya no tendrán un equipo satélite, el avance en el oficial tendrá que ser mayor. Sea como sea, Jarvis entiende que “no es fácil tener a un compañero de equipo tan rápido como Fabio”. “He visto eso con otros pilotos, cuando el compañero de equipo es extraordinariamente rápido, a veces es difícil estar al otro lado del box mirando los datos y diciendo ‘¿cómo es eso posible?’”, explica el directivo, aunque consciente de que, para un piloto que “ha ganado carrera y es subcampeón de MotoGP”, su capacidad para hacer frente a la adversidad “sigue ahí” y solo tiene que volver a encontrarla, a reencontrarse. “Tenemos que darle mejores herramientas para ayudarlo en ese proceso”, insiste, pero solo el tiempo pone a cada uno en su lugar.