“Yamaha ha asumido muchos riesgos”
Borsoi, team manager del Pramac, admite que los japoneses han invertido mucho para volver a lo más alto. “¿Una colaboración con Alpine? Podría ser”.


Para empezar, que Yamaha acabase los tres días de shakedown con las mejores referencias de la tabla suponía una inyección de moral con matices para los de Iwata. Desde la fábrica japonesa son conscientes de que tan solo eran unas pruebas con los probadores y aquellos pilotos de los equipos que disponen de concesiones, pero tan importante como el resultado fueron las sensaciones que además se corroboraron en el test oficial de Sepang con los pilotos titulares. La M1 cada vez parece más afinada (mejoró en casi un segundo su referencia de hace un año en ese mismo trazado), después de casi un lustro marcado por la falta de competitividad. Y a su favor, tras haber perdido a su equipo satélite hace un par de temporadas, los diapasones tendrán otras dos unidades en la parrilla (más las del equipo oficial) gracias a una asociación con el Pramac que tan solo tiene una ambición: “Llevar la mentalidad ganadora de Ducati a Yamaha”.
“Tenemos la mentalidad de que Ducati es la mejor moto en este momento, pero con el tiempo queremos recuperar los resultados que Yamaha merece y volver a la cima. Llevar a Yamaha a lo más alto es definitivamente otro gran objetivo”, continuaba explicando Gino Borsoi, team manager del Pramac, en GPone, sobre las ambiciones con las que la estructura de Paolo Campinoti afronta esta nueva era, después de una larga asociación con los de Borgo Panigale que acabó con la estructura satélite haciendo historia. Por primera vez en MotoGP un equipo privado convertía a su piloto (Jorge Martín) en campeón del mundo y aunque el italiano sabe que en este caso será más complejo igualar las celebraciones que vivió durante su aventura junto a la moto italiana, el trabajo que están llevando a cabo en la fábrica japonesa invita al optimismo.
La confianza de Pramac como equipo hacia Yamaha es absoluta, al menos desde la visión de Borsoi: “El equipo técnico está haciendo muchas cosas nuevas, por lo que este proyecto es ilusionante y si lo conseguimos, podremos volver a decir que hemos hecho historia tal y como conseguimos hacer con Ducati”. A pesar de que los japoneses siempre se han distinguido por un modelo de trabajo mucho más conservador que el de las fábricas europeas, en el último año desde Iwata comenzaron a recibir talento del Viejo Continente y eso ha hecho mucho más fácil el entendimiento con su nuevo socio: “En el equipo y en Yamaha hay muchos italianos, por lo que es más fácil entendernos. Nos recibieron muy bien enseguida, no fue difícil, nos abrieron los brazos y nos convertimos en parte de ellos. De hecho, están escuchando mucho nuestra visión de las carreras y cómo trabajar durante el fin de semana”.
La ambición por regresar a lo más alto es tan necesaria que desde Japón han hecho todo lo posible a nivel económico para que la recuperación de Yamaha en el Mundial llegue cuanto antes: “Ellos tienen muchas ganas de volver a donde pertenecen y están invirtiendo mucho dinero. Creo que es la primera vez que Yamaha invierte tanto dinero y han asumido muchos riesgos”. Después de todos los éxitos conseguidos junto a Ducati, Borsoi sabe que a pesar de todo y de esa mentalidad ganadora, ahora es momento “de aprender a empezar de cero, rehacer la base y ser conscientes de lo difícil que es sacar a la luz un proyecto como el de Yamaha”. Pero desde el Pramac también han querido invitar a otro socio que puede ser crucial en un renacimiento temprano. “¿Una colaboración técnica con Alpine? Puede ser”, dice el italiano, sobre una relación que puede ir más allá de lo comercial en un futuro, que todas las partes quieren bañar de oro.
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