Marini vuelve al manillar de la Honda
Un mes después de su lesión en Suzuka el italiano se sube de nuevo a la RC213V en un test privado en Brno, donde la marca del ala dorada coincide con Yamaha.
La aparición de Luca Marini en Mugello, durante el GP de Italia de MotoGP era un buen síntoma en torno a la recuperación del piloto de Honda. El italiano viajó a finales de mayo a Japón, para fortalecer su relación con los altos mandos de HRC en un momento clave para su renovación y también, para probarse con la moto de las 8 Horas de Suzuka. A pesar de que la intención del hermano de Valentino Rossi era participar en la prueba de resistencia, la diferencia de estatura con Takumi Takahashi (uno de los tres pilotos del equipo) podía ser un inconveniente en los planes de Luca. Pero aún así, el italiano se comprometió con dos jornadas de test que no tuvieron final feliz.
El prototipo de Honda para las 8 Horas no encajaba con las necesidades de Marini; que a pesar de todo, se volvió a subir a la moto durante el segundo día de pruebas. El italiano había solicitado unas modificaciones para saber si renunciaba definitivamente a su participación en la carrera de resistencia. Y la mala suerte se cruzó en su camino, con un fuerte accidente en la curva 1 de Suzuka que le dejó lesiones importantes. Su situación recordaba bastante a la que tuvo que vivir Jorge Martín en Qatar, pues el piloto de Urbino también se vio obligado a permanecer ingresado durante diez días en un hospital de Japón a causa de un neumotórax. Pero una vez regresó a Italia, todas las noticias que llegaron desde el entorno de Luca fueron esperanzadoras. Y así lo confirma su regreso al manillar de la RC213V.
Marini ha acortado de una forma casi milagrosa los plazos de recuperación en una lesión, que en principio parecía mucho más seria. Y aunque desde Honda confirmaron en Mugello que “su recuperación va bien”, nadia hacia presagiar que apenas dos semanas después el italiano iba a estar al manillar de la MotoGP, durante un test privado en Brno (en los que comparten pista con Yamaha). Luca se pondrá a prueba 33 días después del accidente en Suzuka después de recibir el visto bueno de los médicos, y dispondrá de dos jornadas (este martes y miércoles) para rodar y comprobar cuál es su nivel de competitividad tras haber pasado más de un mes parado.
Si todo evoluciona con normalidad, los planes de Honda pasan por tenerle de vuelta sobre la moto a partir del GP de Alemania, la próxima semana. En su ausencia, la marca del ala dorada contó con los servicios de Takaaki Nakagami y Aleix Espargaró en el box oficial, después de resistirse a buscar reemplazo para el italiano en la primera carrera que se ausentó. Pero después, el reglamento les obligó a buscar alternativas que parecen llegar a su fin. Porque si Luca responde positivamente a dos días consecutivos de rodaje será buena señal. Sobre todo ahora que las cosas se han complicado al otro lado del box.
Honda y Yamaha comparten escenario
La idea inicial de estas pruebas era salir con un Joan Mir, que sufrió un duro golpe el domingo en Assen tras no poder esquivar la moto de Fermín Aldeguer. El balear está dolorido tras la caída y aunque se descarta la fractura de clavícula, los médicos le han aconsejado un descanso, que Yamaha le ha otorgado de manera voluntaria a Quartararo.
El fabricante japonés pondrá la M1 en pista con Álex Rins y Miguel Oliveira gracias a un sistema de concesiones, que en esta ocasión ha beneficiado a Honda por partida doble. Porque con este test, la marca del ala dorada no tendrá que organizar un ensayo aparte para Marini, tras el cambio de normativa que se llevó a cabo con los lesionados de larga duración tras la petición de Aprilia; que sí aprovechará la nueva regla para subir de nuevo a Martín a la RS-GP antes de su regreso.
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