La otra cara de Ducati
Bagnaia firma en Japón su fin de semana más competitivo de la temporada, después de que en Borgo Panigale le hayan proporcionado una versión casi exacta de la GP24.


Pecco Bagnaia llevaba tiempo pidiendo soluciones y, después de mucho buscarlas, en Ducati parecen haberlas encontrado. La versión competitiva del italiano reapareció en Japón, durante un fin de semana en el que su rendimiento quedó en segundo plano después de que al otro lado del box, Marc Márquez, volviese a proclamarse campeón de MotoGP cinco temporadas después. Pero en el seno interno de Borgo Panigale, la actuación de su bicampeón no pasó desapercibida. “Tener a Pecco de vuelta en las posiciones que se merece es de las cosas más importantes que han pasado este fin de semana”, confesaba Davide Tardozzi, team manager del equipo oficial Lenovo, en TNT Sports. Y es que, aunque el título del español lo eclipsó todo, el piloto de Turín salió de Motegi con pole, victoria al esprint y triunfo dominical.
Fue un domingo perfecto, uno de esos que tantas ocasiones logró firmar Marc Márquez a lo largo del año. Pero en este caso fue especial, ya que hace tan solo un gran premio ver algo así parecía incluso utópico. Algo que reconoce el propio Pecco: “Hubo un momento en el que no me reconocía, llegaba el 21 en una clasificación y hacía malas carreras. No lo podía creer”. La velocidad de Bagnaia se había desvanecido, prácticamente también lo había hecho la paciencia y en el porvenir, solo quedaba una esperanza cada vez más desgastada. Pero el test posterior al GP de San Marino, en Misano, parece haber cambiado la historia. Aunque también hay que tener en cuenta las circunstancias.
El fin de semana en Japón no fue como otro cualquiera para un Márquez, que admitió sentirse tenso sobre la moto ante la posibilidad de volver a ser campeón en el mayor comeback de la historia. Algo de lo que Bagnaia era consciente: “Marc tenía la excusa de cerrar el Mundial, pero en las próximas carreras vamos a ver si podemos empezar a luchar”. Y además, Motegi solo fue una primera toma de contacto con una solución que no tiene por qué ser definitiva. De momento, el invento de Ducati funciona. Pero la clave está en descubrir si también lo hace a largo plazo. Sin ir más lejos, en MotorLand, esta misma temporada, parecían haber dado con la tecla con un simple cambio de discos de freno; pero nada más lejos de la realidad. Pecco volvió al sufrimiento de siempre y tuvo que esperar otros tantos grandes premios para sentirse de nuevo competitivo.
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En esta ocasión la clave ha estado en una especie de revolución por parte de Ducati; que ha optado por aproximar lo máximo posible la Desmosedici del italiano a la versión de la GP24. Eso fue lo que probaron, con resultados positivos, en las pruebas de Misano. Y también el enfoque en el que trabajaron sobre el trazado japonés, siempre con la especificación de motor de este 2025. Precisamente el propulsor estuvo a punto de dejar a Bagnaia en fuera de juego, aunque acabó respetando la distancia total de carrera. Pero ese humo blanco pudo ser una especie de aviso sobre un encaje, que no tiene por qué engranar a la perfección.
Bagnaia: “Me he hecho muchas preguntas”
Sea como fuere, cómo transcurrió el fin de semana en Japón fue vital para Pecco: “Esta temporada me he hecho muchas preguntas y hubo un momento en el que no me reconocía. Tenía además un compañero tan fuerte que si eres débil, eso te va a afectar mucho; y es algo que he aprendido este año. Porque incluso él (Marc), sin ser el más rápido, muchas veces ganaba y eso solo los campeones pueden hacerlo”. Aunque parezca mentira, al lado de Márquez, Bagnaia aprendió la lección. Y mientras que en Ducati celebran “verle sonreír y pilotando de nuevo como puede”, su bicampeón ya piensa en 2026: “El año que viene tengo otra oportunidad de intentar ponérselo difícil”.






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