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MOTOGP

Honda no se va de vacaciones

Antes de retomar la competición, la marca aprovecha la ola de calor para trabajar en condiciones extremas y poner fin a sus problemas de altas temperaturas.

Honda no se va de vacaciones
picture allianceGetty

Mientras todo el paddock de MotoGP sigue disfrutando de unas vacaciones más largas de lo habitual, Honda no ha tenido descanso. La marca del ala dorada va camino de certificar su peor resultado en MotoGP, con una moto cada vez más crítica y difícil de pilotar. Ni la mayor de las revoluciones ha logrado solventar los problemas que, lejos de tener remedio, van cada vez a peor. A la lucha con el tren delantero de la RC213V, ahora se suman nuevos contratiempos que tienen como causa las altas temperaturas que se llegan a registrar en pista. Y la vuelta a la competición no será mejor. En pleno mes de agosto, la ola de calor seguirá azotando fuerte a toda Europa y, por ello, HRC lucha contrarreloj para encontrar una solución a corto plazo.

Stefan Bradl ya lo dejó claro antes de poner fin a la primera mitad del curso en Assen. La situación es “inaceptable” para una marca como Honda, la más laureada en la historia del Mundial de MotoGP. El alemán, piloto probador de la fábrica y sustituto de Márquez durante su recuperación, ya advirtió de las altas temperaturas que se registran en la zona baja de la moto, llegando a abrasarse el pie derecho durante la cita en Sachsenring (Alemania), donde se registraron hasta 36 grados en el ambiente. Pero la situación no solo recae en el alemán, si no que Pol Espargaró o Takaaki Nakagami también sufrieron los mismos problemas de extrema calor. Incluso acabando con quemaduras en sus manos. De hecho, en la moto del español se llegaron a registrar temperaturas superiores a los cien grados, con sus botas rodando los 50º. De nuevo, inaceptable.

Aprovechando el parón estival y las olas de calor que está sufriendo toda la Península Ibérica, Honda decidió dedicar una jornada de entrenamientos en el Circuito de Jerez con la intención de abordar el problema de manera radical, en vista de lo que se espera para el próximo mes. “Tuvimos temperaturas en el asfalto de más de 60 grados. Lógicamente, por tanto, tenía sentido que abordáramos el problema del calor. Ya pudimos mejorar algo en este sentido”, revelaba Stefan Bradl en una entrevista a Speedweek, como máximo responsable de esas pruebas en el circuito andaluz. “Los técnicos de Honda tenían algunas ideas sobre cómo mejorar el flujo de aire internamente, porque algo tiene que pasar”, añade tras el test, del que se fue con muy buenas sensaciones.

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Repsol Honda

Y ya pone en aviso al resto de marcas: “Sin duda podemos volver a enfrentarnos al calor extremo en Spielberg, en Misano, en Aragón, y luego en Buriram y Malasia”. “Honda ha empezado a entender por qué éramos tan débiles hasta ahora”, revela Bradl, en un ápice de esperanza para los del ala dorada, que sueñan con volver a ser los reyes de la máxima categoría del motociclismo. O, al menos, aspirar a acabar la temporada con más de un podio, el de Espargaró en Qatar. Según el piloto probador, los ingenieros “se han dado cuenta de ello” y ya “captaron el mensaje para estar preparados para estas condiciones” de extremo calor.

Muchas debilidades

Pero sigue sin ser el único quebradero de cabeza para la marca. Aún así, Bradl apunta ya a un problema localizado que, sin embargo, llevará su tiempo: “Ahora, al menos, sabemos dónde tenemos que tirar de la palanca. Llevará algún tiempo encontrar una solución. No se hará en un santiamén. Nuestro problema no se resolverá en el próximo Gran Premio, ni en los próximos dos meses. Pero estamos empezando a saber cuál es el problema”. Algo que apunta a “partes serias en el área del chasis que necesitan ser cambiadas”, lo que resulta “factible” según el alemán, incluso para esta temporada. “Definitivamente habrá algo que llegará a la pista y provocará un cambio significativo”, advierte, aunque sin fecha: “No puedo decir cuándo ocurrirá, porque eso no está en mis manos. Pero nos estamos acercando a los problemas”.