Honda no encuentra la solución
A pesar de estar “probando muchas”, Alberto Puig, team manager del equipo, reconoce que todavía no han “encontrado la dirección” que necesitan.
A Honda le toca volver a empezar de cero. Otra vez. Después de que la marca del ala dorada presentase en Jerez un prototipo nuevo que parecía una imitación de la Desmosedici de Ducati, los cambios que habían desarrollado para marcar el nuevo camino de evolución para la RC213V tampoco han salido bien. En el trazado español el equipo japonés estrenaba chasis, aerodinámica, basculante y colín, en lo que se entendió como una renovación integral que recordaba a la moto que domina el Mundial de MotoGP. Pero solo visualmente. Porque los parecidos se desplomaban por completo en la tabla de tiempos. El primero que pudo comprobarlo fue Bradl durante el fin de semana (acabó a 41 segundos del ganador) y el lunes posterior al gran premio, tuvieron la oportunidad de hacerlo el resto de pilotos durante la jornada de test.
De la teoría a la práctica vuelve a haber una diferencia abismal que resume lo que ha sido este inicio de año para Honda. De una pretemporada que arrojaba algo de esperanza, a una cruda realidad de la que la fábrica japonesa no es capaz de escapar. La marca del ala dorada sigue estancada en el fondo de la parrilla y solamente cuenta con 13 puntos en la general de constructores después de ocho carreras (cuatro esprint y cuatro largas). El primero en encender las alarmas sobre esta situación fue un Joan Mir que ya en Austin, afirmó que desde Tokio se habían equivocado con la dirección a seguir para hacer del prototipo de 2024 una moto competitiva. Y tan solo una cita después, a sus palabras le han acompañado los hechos.
De hecho, desde Japón incluso se empieza a barajar la opción de que se comience a trabajar en el nuevo reglamento de 2027 y abandonar esta guerra aerodinámica (lo que supondría dos años más de vacío). Aunque con sus palabras a la realización internacional de MotoGP, Alberto Puig, team manager del Repsol Honda, prefiere arrojar algo de optimismo al corto plazo: “Bradl probó la moto y recogimos muchos datos. Las sensaciones fueron buenas, no está mal. Pero todavía no estamos claramente donde queremos estar”. El español reconoce que todavía “hay cosas por mejorar” a rasgos generales, porque en este momento resulta prácticamente imposible simplificar los defectos de la moto. Sobre todo porque después de probar las últimas novedades, los resultados no fueron los esperados: “Todavía no hemos encontrado la dirección que esperamos y que queremos”.
“Honda no está durmiendo”
“Si podemos entender la dirección a seguir, podemos tratar de dar pasos adelante”, dice Puig, sobre un momento en el que continúan sin dar con la tecla que les devuelva la competitividad. Pero insiste: “Tenemos que seguir haciendo lo que estamos haciendo”. ¿A qué se refiere? Se explica: “Estamos probando muchas, muchas cosas y estamos tratando de encontrar una solución”. Los cuatro pilotos de HRC, tanto los del garaje oficial (Mir y Marini) como los de la estructura satélite (Zarco y Nakagami), están a disposición ahora mismo de la fábrica japonesa para probar las novedades que van llegando desde Tokio. Y aunque “Honda no está durmiendo”, todavía queda trabajo por delante para salir del bache. El tiempo pasa y los resultados, no llegan.