“He salido de cuatro años de infierno”
Tras un estreno inmejorable con Ducati, Márquez se sincera tras haber dejado atrás el mayor reto de su carrera deportiva: “Siento que ya no estoy en deuda”.


El pasado está más presente que nunca para Marc Márquez. El español comenzaba sin saberlo en 2020 un calvario, a consecuencia de una caída en Jerez que le marcó para siempre. El húmero derecho del octocampeón sufrió una lesión que se extendió con en el tiempo y el piloto tuvo que aprender a empezar de cero. El ilerdense confió en Gresini para volver a demostrarse a sí mismo que era competitivo en una MotoGP y su llegada al garaje de Nadia Padovani formaba parte de un plan, que ha acabado dándole la razón. Marc sigue siendo el de siempre, ese piloto dominante capaz de sobresalir por encima de todos como demostró en Tailandia, con una versión que no encontraba desde ese curso que cambió su historia.
El talento permanece intacto en un piloto que, sin embargo, es uno de los más longevos (32 años) en la parrilla de la categoría reina. En la víspera del inicio del GP de Argentina, donde el español ganó la última vez que compitió MotoGP en el trazado de Termas con casi diez segundos de margen frente Valentino Rossi, el español se definió como “un veterano muy rejuvenecido” en un evento de Ducati. Su vuelta a lo más alto le ha devuelto la sorisa, siente “la chispa dentro de mi cuerpo” y que está en “un momento relajado” tanto a nivel personal como profesional. Después de una travesía incierta, Marc por fin ha salido de dudas: “Siento que no estoy en deuda, ni conmigo mismo ni con la gente”.
Tras haber “salido del mayor reto de mi carrera deportiva, que fueron esas cuatro operaciones en el brazo y las lesiones en la vista”, Márquez se siente en paz. El español asegura haber superado “cuatro años de infierno que no se los deseo a nadie”, sincerándose sobre un calvario que vivieron junto a él únicamente sus personas de confianza. Durante todo el proceso de recuperación, Marc decidió evadirse de todo y contar con los imprescindibles; entre ellos su hermano Álex. El bicampeón siempre fue una pieza fundamental en el resurgir del ocho veces campeón y aunque, como reconoció en su llegada a Ducati, estar en el equipo oficial le exige pensar en el título, pase lo que pase este año ya se siente ganador.
“Para mí, yo ya soy campeón del mundo. He podido compartir con mi hermano un primero y un segundo puestos y puedo disfrutar de mi pasión”, explicaba al respecto el español, tras un doblete inédito en lo más alto del podio que protagonizó junto a Álex, en la ronda inaugural de Tailandia. Los dos Márquez dominaron el fin de semana al completo en Buriram, algo que no se había visto nunca en MotoGP por parte de dos hermanos. Y ahora que el Mundial aterriza en Argentina, se espera un escenario similar. Los triunfos de Marc en Termas siempre han sido abultados, pero también llegaron caídas cuando lideraba como él mismo recuerda. Sin embargo, aunque por trayectoria “es uno de los circuitos que se me ha dado bien”, Marc retiene más en su memoria “los malos momentos (como el primer encontronazo fuerte con Rossi) que los buenos”. Aunque espera que “este año caiga del lado positivo”. Está en sus manos.
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