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MOTOGP

Ducati mejora la fórmula de Honda

El GP de Argentina dejó el segundo triplete de la marca italiana en MotoGP y en él participó un Álex Márquez que dio la clave del éxito: “Somos todos iguales”.

Álex Márquez rueda por delante de su hermano Marc durante el GP de Portugal.
NurPhotoGetty

Apostar a caballo ganador parece seguro y de hecho casi siempre lo es, salvo que la suerte cambie de bando. En Honda lo llevaban comprobando desde 2013, aunque esa filosofía de adaptar las peticiones de un equipo al completo en torno a las necesidades de un solo piloto, comenzó a funcionar mucho antes. Pero nunca se evidenció tanto como cuando Márquez se lesionó en Jerez 2020, porque antes siempre encontraron relevo a su estrella. Sin embargo, con la ausencia del ilerdense vinieron tiempos complicados que se dilatan hasta día de hoy en el seno de HRC, y esa fórmula en la que todo apuntaba hacia una misma dirección, quedó inservible en una parrilla donde comenzó a dominar la mejor moto y no el mejor piloto.

Fueron muchos años (15) de búsqueda los que necesitó Ducati para volver a lo más alto. También simuló el método de trabajo de Honda en su garaje, pero finalmente una moto para todos los públicos, ha mejorado con creces esas especificaciones enfocadas a las necesidades de un piloto concreto. Y ahí está la clave. De manera muy discreta Álex Márquez destapó de dónde nace el éxito de la marca italiana: “Somos todos iguales, dicho por Ducati, y entonces siempre hay que intentar lo mejor para uno mismo”. La casa de Borgo Panigale ni siquiera establece diferencias entre la estructura oficial y los equipos satélite, pues entienden que por encima de todo hay una máxima: ganar. Y tener ocho motos en la parrilla simplemente es otro impulso a una filosofía donde no hay preferencias.

El segundo triplete de Ducati en el podio de MotoGP es la evidencia más clara de ello. En Argentina la firma italiana volvió a reunir a tres de sus pilotos en el cajón, la primera vez fue en Valencia 2021, y ninguno de ellos pertenecía al garaje oficial. Bezzecchi, Zarco y Álex Márquez por ese orden fueron los protagonistas de un domingo en Termas, donde hubo luchas cuerpo a cuerpo incluso con el campeón Bagnaia, que perdió el liderato a favor del piloto del Mooney VR46. Sin límites y con el mejor material de una parrilla en la que el piloto de Cervera (cuarto cerrando el dominio de la Desmosedici en la general) sólo necesitó dos carreras para subir al podio, por las nueve que pasaron en Honda. Y esos dos podios (Le Mans y MotorLand) fueron la excepción y no la regla, porque el bicampeón tan solo entró en el top-10 en cuatro grandes premios a lo largo de todo el 2022, antes de abandonar al equipo japonés.

Entonces “hubo momentos encima de la moto que decía: ‘no sé ir”, reconoció Álex, pero de repente dejó de arriesgar por encontrar un buen tiempo, a que ahora todo salga “de manera más natural”. La vida es más fácil con Ducati. “Al tener una moto mejor, en lugar de estar luchando por el quince estás luchando por el podio” porque “al final, el esfuerzo, la dedicación y la concentración es exactamente la misma”. Pero la confianza no. Y en Borgo Panigale la depositaron toda de golpe en un piloto con el que no hubo dudas. “Este año quedará claro por qué Álex es bicampeón del mundo”, afirmaron desde la cúpula de Bolonia, y no han necesitado mucho para tener la evidencia. La fórmula Ducati funciona. Vaya si funciona...