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Biaggi despide a los mecánicos que frenaron a Adrián Fernández

Los dos operarios del Sterilgarda impidieron la salida del español en la Q2 del GP de Aragón para que no siguiera a su piloto Sasaki.

Biaggi despide a los mecánicos que frenaron a Adrián Fernández

Los dos mecánicos del Sterilgarda que durante la clasificación de Moto3 del GP de Aragón impidieron la salida de boxes de Adrián Fernández, del Tech3, han sido despedidos por Max Biaggi, propietario del equipo. La antideportiva acción, recogida por las cámaras, fue sancionada en un principio por el Panel de Comisarios Dorna con dos carreras de suspensión para los operarios y una multa de 2.000 euros. Desde el primer momento el expiloto italiano decidió tomar cartas en el asunto, dejando claro que la acción de ambos individuos fue a título personal y no obedecía ningún tipo de orden para evitar que el español siguiera la rueda de Sasaki durante la clasificación de Aragón: “Antes que nada queremos disculparnos con el Team Tech3 Racing y su piloto Adrián Fernández, por lo que pasó. Creemos que este comportamiento es inaceptable, porque viola el código de ética de nuestro equipo. Por esta razón se tomarán las medidas necesarias para castigar a los culpables”, dijo Biaggi nada más producirse el incidente.

Y pocas semanas después el propio equipo ha anunciado el despido de los dos mecánicos, del que informó personalmente Max Biaggi a través de un comunicado: “Yo personalmente seguí y coordiné el trámite de aviso formal a los dos miembros de mi equipo, responsables de los hechos contra el piloto Adrián Fernández y el Team Tech3 KTM. Después de pedir oficialmente a las partes interesadas aclaraciones y justificaciones de lo sucedido, en cumplimiento de las prescripciones contractuales, llegamos a la difícil pero necesaria decisión de terminar nuestra relación. Como equipo, creemos que debemos separar completamente nuestro camino de aquellos culpables de comportamiento antideportivo que va en contra de las normas y regulaciones. Tal acción no puede ni debe permanecer impune ni pasar desapercibida. El daño a nuestro nombre es inconmensurable”, explica Max Biaggi.