Bagnaia sigue en pie de guerra con Ducati

La Prensa se quedó sin preguntas para Pecco Bagnaia una vez concluyó el GP de Indonesia de MotoGP, “a consecuencia del accidente" que sufrió el domingo. Pero el italiano no dudó en poner, una vez más, de manifiesto todos sus problemas junto a Ducati durante el fin de semana en Mandalika; donde llegaba de firmar un gran premio casi perfecto en Motegi. La cita japonesa parecía haber renovado la confianza del tricampeón, las expectativas sobre sus aspiraciones en Lombok eran elevadas y aunque la realidad es que la regla fue ver un sufrimiento generalizado de las Desmosedici, a pesar del doblete de Gresini en el podio, el mal de muchos no fue consuelo para el piloto de Turín.

El viernes ya fue más complicado de la cuenta para Bagnaia y para colmo, desde el VR46 desvelaban que Ducati les pidió la moto de Franco Morbidelli para Pecco. El italiano arrasó en Japón junto a la base de la GP24 pero con la especificación del motor actual y tras todos sus problemas en el arranque de Indonesia los achacaba entre dudas a la posibilidad de no tener ese mismo material en su poder. ¿Llevaba el tricampeón la misma moto que en Motegi? “Supuestamente, sí”, respondía con interrogantes el piloto, mientras que el team manager del Lenovo, Davide Tardozzi, también daba su opinión para TNT Sports en parrilla: “La pregunta no es por qué esa moto funcionaba en Japón, sino por qué no funciona aquí”.

Piloto y equipo planteaban diferentes dilemas en un fin de semana donde Pecco firmó su segunda peor posición en parrilla del año (16º), acabó a medio minuto del ganador en la esprint y se fue al suelo el domingo cuando rodaba en la última plaza. Fue “un fin de semana muy decepcionante, sobre todo después de lo que sucedió la semana pasada: pole position y ganar ambas carreras”, en palabras del italiano, que volvía a poner sobre la mesa la brecha de rendimiento entre un gran premio y otro. “Este año, al llegar después del GP de Japón, no encontré la misma sensación que Motegi. No pude encontrar la misma sensación, simplemente luché“.

Bagnaia admite que “esta pista nunca fue fácil para mí”, aunque a ese reconocimiento le preceden los peros: “Siempre obtuve buenos resultados. El año pasado gané la carrera al esprint y terminé tercero”. Y aunque se disculpa con Ducati “por el accidente” y explica que esa caída tan extraña llegó cuando “estaba empujando, incluso siendo más lento en 1,5 segundos, porque quería cerrar la brecha con el penúltimo”, incide en los reproches a una fábrica que “no tiene ninguna respuesta a lo que sucedió” en el GP de Indonesia. Y de vuelta al punto de partida, Pecco exige “comprobar los datos y esperar a que los ingenieros encuentren la solución para los próximos grandes premios”. Donde deja en manos de Borgo Panigale que él pueda “luchar por los tres primeros puestos del Mundial”. Si pierde el bronce, no asumirá responsabilidades.