Una lección de honor
Carlos le pidió al helicóptero que regresase para continuar en carrera, cuando se dirigía al hospital tras un vuelco en el kilómetro seis. La etapa fue para Loeb.
Hablando con Carlos Sainz durante la jornada de descanso, el madrileño le dijo convencido a AS que este Dakar, sería recordado por el doble accidente que protagonizó junto a Peterhansel. Pero parece que en ese momento no tuvo demasiado en cuenta que el Dakar, como él mismo vivió en primera persona, siempre guarda alguna sorpresa. Aunque más que la carrera, en esta ocasión fue el propio madrileño quien se encargó de darla con una lección de honor, que será lo que se recuerde de cómo marchó este Dakar para el piloto de Audi. Está claro que las cosas no están saliendo de la forma en la que le hubiese gustado, pero con actos como los de esta novena etapa también se forjan las leyendas. Aunque la suya ya venía de antes.
Cuando lo más fácil hubiese sido decir adiós, en la etapa seis Carlos decidió continuar y en el noveno día de carrera que conquistó Loeb, el madrileño volvió a tomar esa decisión... pero de una manera mucho más épica. Después de dar una vuelta de campana en el kilómetro seis a causa de otra duna cortada, Sainz y Lucas pudieron volver a enderezar el coche que quedó volcado con la ayuda de tres locales que visualizaban la carrera desde ese punto. Piloto y copiloto bajaron sin daños aparentes, pero una vez vieron el destrozo que sufría su Audi, el español comenzó a resentirse del costado derecho y subió al helicóptero para poner rumbo al hospital. Una despedida demasiado amarga que cambió en apenas un segundo.
Tomada la decisión de abandonar, Sainz tuvo tiempo de rectificar y pidió al helicóptero que regresase a la zona del accidente para reinventar las normas de la carrera. Abandonar la especial, antes de la entrada de la FIA, suponía la baja directa de la carrera, pero el nuevo reglamento no especifica que después de haber subido al helicóptero el piloto no pueda continuar. Y esa fue la mejor baza de un Sainz que trabajó junto a la asistencia para poder finalizar la especial. Debió tener paciencia para volver a reanudar la marcha, ya que acumuló poco más de cuatro horas en el sitio del accidente, pero lo más importante es llegar de vuelta a un vivac que jamás había vivido una historia parecida.
La hazaña será posible ahora debido a que el Dakar forma parte del Mundial de Rally-Raid y cada etapa reparte puntos. Los pilotos Platinum o Gold, como es el caso de Sainz, tienen hasta tres comodines durante todo el rally para reengancharse y después de consumir este se enfrentarán a una última oportunidad donde el objetivo, pasa a sobrevivir a la dureza de un desierto que no lo está poniendo nada fácil. El triunfo de la Etapa 1 parece casi una anécdota en una participación donde tiene que haber de todo mientras, por delante, Nasser sigue haciendo una carrera sin alicientes para el qatarí, que simplemente dosificará su ventaja para culminar en el podio de Dammam la aventura.
Tercer triunfo de Loeb
Tan sorprendente como la reaparición de Sainz parece la recuperación de un Loeb que, al igual que el madrileño, jamás tiró la toalla. A su favor el francés tenía el seguir conservando las opciones de una victoria que nunca dio por perdida y, a pesar de que su tercer triunfo de una etapa que comenzó retrasado tras un problema en el enlace le sigue dejando a 1h 45 minutos de un Al Attiyah (por una penalización de 2:10 a consecuencia de esa demora) que le regaló once minutos durante la especial del martes, seguirá presionando a la espera de lo que pueda pasar.
Los días siguen sembrando una incertidumbre que en el caso de Laia Sanz, se resolvió con su mejor resultado en coches durante la novena etapa. La piloto de Astara finalizó 17ª justo por detrás de su compañero, Carlos Checa, tras una especial “más o menos limpia” que ansiaba desde que comenzó la carrera y que acabó, con el cristal roto después de un adelantamiento en el que las piedras dejaron su sello.
Top-10 de la Etapa 9
Top-10 de la General
