“Un saludo a Messi, yo sí pude ganar a Arabia Saudí”

En los momentos más especiales de la vida, siempre se quiere tener al lado a las personas más importantes que nos han acompañado durante ese camino. Tan inevitable como eso, es el echar en falta a las personas que ya no están y nada más bajarse de la moto y ponerse delante de los micros, Kevin Benavides lanzó su recordatorio a un amigo que, de una manera diferente, sigue estando presente. “Se lo dedico a mi amigo Paulo (Gonçalves), que siempre me acompaña y es una felicidad enorme”. En un momento de euforia resaltaba lo verdaderamente importante de un Dakar “durísimo en el que cada día pasaba algo”, mientras que el piloto de KTM supo de qué manera gestionar la situación que le llevó hacia su segundo Touareg.

Benavides se mantuvo siempre constante y desde que comenzó la carrera, trabajó en torno a una carrera donde nunca se bajó de un top-10 en el que incluso, pese a la caída de tres grandes favoritos (Sunderland, Brabec y Barreda), fue difícil hacerse un hueco. Imagínense ganar el Dakar. Pero la misión del argentino estaba clara desde el primer momento: “Vine a KTM para ganar”. Y 43 segundos han dado por cumplido un objetivo que le permite de nuevo “tocar el cielo con las manos”. Se ha “cumplido el sueño” por 43 segundos, Kevin solo tuvo que concentrarse en la moto, “apretar y disfrutar”. Lo hizo, fue “difícil también con la navegación”, pero llegó al resultado que buscaba desde el primer momento... tras problemas “en la navegación”.

Benavides dio la vuelta hasta en dos ocasiones “para coger los waypoint” que se le escaparon y tuvo que seguir apretando para recuperar el tiempo perdido en esa acción. “Desde ayer estaba todo el tiempo pensando en las posibilidades (de ganar el Dakar)” y salió a “pilotar, empujar y hacerlo lo mejor posible”. La situación favoreció a ello, se estrenó como vencedor con KTM y mandó un recado a Messi tras la épica de Argentina en el Mundial: “Quiero mandar un saludo a Messi, yo sí pude ganar a Arabia Saudí”. El argentino bromeó y aseguró que su selección fue una inspiración: “Ese triunfo tuvo mucho que ver, estaba motivado y siempre lucho por mi bandera, por dejarla en lo más alto”. Algo que ha conseguido con este Touareg.

¿Más especial que el primero? “Fueron distintos”, asegura el argentino, después de su segundo Dakar con una marca diferente. “El anterior fue mi primera vez, con Honda” y este ha sido su segunda, con KTM. Después de mucho años junto a la firma japonesa, el salto a la marca austriaca llegó para seguir ampliando horizontes, ganar con marcas diferentes y conseguir un objetivo que ya está superado. El siguiente ya es conseguir el tercero.