NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

DAKAR

Roma: “He pasado cinco meses muy duros”

El catalán habla con AS sobre la recuperación del cáncer de vejiga que le diagnosticaron en marzo. No forzará para ir al Dakar: “He hecho 26, si hay que esperar, esperaremos”.

Nani Roma se entrena en el gimnasio.

“Llevo cinco meses de vacaciones, ahora tengo que hacer algo…”. Es lo primero que dice Nani Roma (50 años, Folgarolas, Barcelona) en su conversación con AS, con su habitual sentido del humor que no ha podido tumbar ni un cáncer. El 24 de marzo el catalán anunció que tenía un tumor en la vejiga y lucha contra él desde entonces. Tras seis sesiones de quimioterapia y una cita de seis horas con Da Vinci en el quirófano, vuelve a enfocarse en el deporte con el objetivo de poder estar con su BRX en el Dakar 2023, aunque no arriesgará.

-Lo primero y más importante, ¿cómo está?

-Bien, bien. He pasado cinco meses muy duros, pero dentro de la situación me encuentro muy bien. He empezado a hacer deporte, aunque cuando estás cinco meses parado y empiezas a hacer deporte, bien no te encuentras, sufro mucho cuando entreno. Ha bajado tanto mi nivel físico que ahora tengo que recuperar. Mantenerte en forma cuesta, pero remontar cuando estás abajo, cuesta más. He sufrido durante cinco meses y sigo sufriendo ahora entrenando, pero es un sufrimiento más agradable.

-Así que se puede decir que ya ha pasado lo más duro.

-Exacto. La quimio fue muy desagradable y he tenido la suerte de que mi cuerpo ha aguantado y he tenido pocos efectos secundarios, pero aun así… Cuando ibas sabías que los próximos cuatro días eran como si te dieran de palos en la cabeza. Nunca he fumado ni bebido, siempre he hecho deporte, pero te meten química en el cuerpo y... Ahora sufres, cuando voy en bici o al gimnasio, pero ves que vas progresando y cada día te encuentras mejor. Los médicos que me han llevado no están acostumbrados a trabajar con deportistas de élite y, cuando ellos me decían una fecha, yo les decía mucho antes y no me creían. Ahora están viendo la realidad de trabajar con un deportista, la recuperación es mucho más rápida y se quedan sorprendidos.

-¿Cuál es el siguiente paso en su recuperación? Porque está avanzando muy rápido.

-El siguiente paso es meterme dentro del coche y ver cómo va, tenemos test en la segunda semana de septiembre en Marruecos. Hay dos partes, la de la salud personal y la del trabajo profesional, hay que hilar muy fino. Está la motivación y la pasión, y luego la realidad de la salud de uno. El Dakar es una carrera muy larga y exigente incluso cuando vas preparado al cien por cien, e ir allí para pasearme… He hecho 26, prefiero esperar un año. Si veo que en los test estoy a tope, adelante. Vendrá conmigo un médico y veremos cómo reacciona mi cuerpo, pero habrá que ser muy honestos. Si hay que esperar un año, esperaremos.

-¿Cómo lo asumió cuando le dieron la noticia?

-Lo más importante es que es un problema que tiene solución, pero cuando te dicen que tienes cáncer te quedas muy asustado. Fue tan rápido que Rosa (Romero, su mujer) y yo lo íbamos asumiendo como podíamos. Por suerte, fue muy bien porque muy rápidamente teníamos la foto del problema, pero por otro lado, tienes que ir asimilándolo. Un martes estaba en la presentación del Rally de Andalucía, me empezó a doler la espalda, creía que era una piedra en el riñón. Era un dolor diferente. Al día siguiente, me hicieron una ecografía y salía una cosa rara en la vejiga, y cuando vi aquello… Después, llamé al Dr. Xavier Mir y me miró un urólogo de la Clínica Dexeus el jueves, y al momento de hacerme un TAC, ya me dijeron: ‘Sr. Roma, tiene usted un tumor’. Y ahí empezó la ‘broma’. Ese mismo viernes me hicieron una biopsia. De estar en Andalucía un martes, a operarme un viernes. La vida…

-Cuando le dijeron que tenía solución, le daría mucho ánimo para luchar, sobre todo siendo un competidor profesional como es.

-Claro. A medida que pasan los días te van dando golpes, pero he ido a fondo. Algunas veces te daban ganas de saltarte una quimio, pero he ido a todas, tres ciclos de seis semanas, seis sesiones. Y para la operación igual, había que ir a la guerra y lo aguantaba. Así fuimos avanzando.

-¿Qué ha sido lo peor que ha pasado?

-A nivel de dolor y de pasarlo mal, la operación. Y a nivel de duración, la quimio. De hecho, la quimio me impresionó, cuando notas que te entra en el cuerpo… es como que te quema. Tienes el cuerpo caliente, sin tener fiebre, porque está todo el día peleando contra eso. Te notas desagradable, al comer era como si tuvieras una barra de hierro en la boca. Respeto mucho a la gente que está mucho tiempo con quimio. El día que vas a la primera sesión vas a comerte el mundo, le decía al doctor: ‘Dele todo eh, a fondo’. Y en la última quimio le pedía clemencia… Pero en la zona de quimio, en la sala de espera, hay gente que está muy mal, que sufre. Es muy triste. Suerte de los médicos que tenemos, son los que aguantan el sistema. Esta es la realidad y es lo que me ha tocado vivir, de todas las experiencias se aprende algo, pero de esta no sé qué decirte… Quizá el aprender a sufrir más.

-Un paso importante, una primera buena noticia, fue volver a hacer deporte.

-Sí, el gimnasio y la bici. Es una de las cosas que podemos aprender de esto, cuando fui en bici me di cuenta de que a veces las cosas a las que no les damos valor lo tienen muchísimo. Hacer 35 kilómetros en bici me pareció una pasada. A veces buscamos cosas muy ambiciosas para intentar estar felices y yo ese día era el más feliz del mundo, aunque terminase hecho polvo. En la vida del deportista si eres conformista no puedes llegar a nada, pero hay que valorar las pequeñas cosas.

-¿Los médicos quedaron contentos con la operación?

-Sí, sí, salió todo muy bien. Fue una operación compleja, pero fue todo como estaba previsto. Enseguida empecé a recuperar muy bien y solo estuve un día en la habitación de cuidados intensivos. Lo peor luego es que hubo un caso de COVID en mi planta y nos aislaron, estuve diez días solo, hasta me escapaba… Cuando las enfermeras se iban a comer, encontré dos bicicletas en el pasillo y me daba una vuelta (risas). Como un niño. Pero hubo días que lo pasé muy mal, porque estando solo y así…

-Celebraría mucho la vuelta a casa entonces.

-Sí. Tienes un poco de miedo porque en el hospital estás muy bien atendido, pero estuvo muy bien poder volver a casa.

-Desde el primer día hizo público su cáncer, ha ido informando paso a paso de su recuperación, ¿por qué decidió hacerlo así?

-Por varias razones. La primera, por quitar un poco de hierro al tema. Tener cáncer es muy duro y la gente no sabe bien cómo actuar con alguien que lo tiene. Y lo segundo, porque creo que es mejor contar la realidad porque si no te entierran en dos minutos. Tenemos tendencia al drama. La vida viene como viene y hay que afrontarla de cara. Me ha mandado mensajes mucha gente, y si esto ha ayudado a alguien que tenga cáncer a poder sacar pecho, me alegro. A los deportistas que salimos por la tele también nos pasa.

-Hablando ya de competición, ¿el BRX le esperará hasta el final para el Dakar?

-Sí, pero tenemos que ser lógicos entre todos. No podemos esperar hasta diciembre, porque si no no da tiempo a armar un plan para el coche, no se encuentra un piloto en el último minuto. A partir de que haga el test de Marruecos, tenemos que ser muy honestos, yo el primero. Si se puede ir se va, si no tranquilidad. No estamos haciendo una cosa de amateurs. No puedo recriminar nada ni al equipo ni a los patrocinadores porque han estado apoyándome todo el rato y me han puesto cero problemas. A la más mínima duda, lo intentaremos para otro año.

-Si no es en el próximo, al siguiente, pero supongo que el objetivo es volver al Dakar y ser tan competitivo como siempre.

-Por supuesto. Si no corro este Dakar será porque sentiré que no podría ser competitivo, si fuera de cualquier forma sería una traición a mi forma de ser. En el último, decidimos seguir pese a que Álex (Haro, su copiloto) tenía una costilla rota para dar soporte a ‘Seb’ (Loeb, su compañero en el BRX). Tuvimos que aflojar varias veces. En un Dakar tienes que salir a comerte el mundo, sino sería muy poco honesto.

-Bueno, para empezar, ya ha superado su especial más complicada.

-Sí, y lo ha sido más de lo que esperaba, mucho más. Pensaba que sería todo un poco más fácil, pero ya hemos hecho una parte importante.