Price le pisó la cabeza a Barreda: “Podría haber pasado cualquier cosa”
El casco del castellonense acabó destrozado tras un accidente espeluznante. Perdió la consciencia y se recupera para seguir luchando: “Seguimos con opciones”.
Después del día de hoy “hay que sacar lo positivo, que es mucho”. Por no decir muchísimo, después de ver cómo ha quedado el casco de Barreda tras su caída en la etapa a falta de 20 kilómetros para la meta. El castellonense volvió a nacer porque “podría haber pasado cualquier cosa” como el propio piloto reconoce, una vez ha sido consciente de qué ha pasado durante la especial. Comenzó “muy bien, tirando muy a gusto en los primeros kilómetros”, pero tuvieron “una liada muy grande” con la navegación, que acabó formando un grupo de cuatro pilotos contando al castellonense. Quintanilla, Price y Howes completaban una alineación que navegó en conjunto hasta que se vivió el momento más dramático del día.
Están hechos de otra pasta. Después de vivir un momento así resulta increíble que siga pensando en la manera de continuar gestionando una carrera después de que Price le pasase “por encima del casco”. Lo enseñó in situ y el modelo de Arai estaba muy dañado, aunque afortunadamente cumplió su función para que fuese el propio piloto de HRC quien contase lo ocurrido. Aunque todavía parece increíble teniendo en cuenta el desenlace de otros incidentes similares. “¿Mala suerte por lo que ha pasado? Viéndolo desde otra perspectiva buena suerte, porque podía haber pasado cualquier cosa”, asume el propio Joan, que nos atendía asimilando todavía un susto que quiere dejar pasar cuanto antes: “Hay que mirar para adelante. Queda todo el Dakar y estamos con opciones”.
Están hechos de otra pasta. Después de vivir un momento así resulta increíble que siga pensando en la manera de continuar gestionando una carrera donde sabía que, una visita al médico, significaría un adiós: “No (ha pasado por el médico) porque las sensaciones son buenas. No tengo ninguna laguna ni algo de lo que me cueste acordarme, ni coordinar nada. Me siento bien. Al principio sí que estuve aturdido pero aún así, navegaba, miraba todas las cosas...”. Podemos hablar de otra épica del castellonense, también alimentada por la suerte. Para el de HRC ni siquiera ha sido su caída más dura y lo explicaba tirando de ironía: “Me he quedado dormido, cuando lo vives hay impactos más duros”. El gran susto fue en un primer momento para “Pablo (Quintanilla), Toby (Price) y Howes”. Sus cascos fue “la primera imagen” que recuerda Joan tras recuperar la conciencia y les da “las gracias una vez más” por haberle atendido.
¿Qué ha pasado a partir de ahí? Los tres pilotos y también el resto, han alucinado. Después de “dos o tres minutos con Pablo” de pie porque estaba todavía algo aturdido, le preguntó a Quintanilla hacia dónde iban y abrió gas aguantando el ritmo de aquellos que estaban ilesos hasta el final. El resumen de la “película” que le ha contado Price por la tarde es “un pequeño susto” del que “hay que hacer reset” para aprovechar la sexta etapa: “Salimos bien colocados, es larga y hay que tener calma. Tenemos opciones, estamos en la lucha y habrá que tener precauciones porque el físico ya está más cansado. Pero hemos venido aquí al Dakar, sabemos lo que es y estamos preparados para lo que sea”. A la vista está.
Incluso después de un momento que lo podría haber cambiado todo, Barreda demuestra que su ambición por esta carrera está por encima de todo. Ha dado “las gracias a Dios por estar aquí y continuar en carrera, pero sobre todo por esta bien” y poder seguir disputándola. A pesar de que sigue sin entender qué pasó, pues “era un sitio de navegación, en grupo, donde tampoco vas arriesgando (cuando cayó rodaba a 70 km/h aproximadamente)”, esta anécdota queda como una más de tantas que acumula Joan en el desierto. Ahora solo espera “que vengan las sensaciones y todo vaya fluyendo” para tratar de conseguir, por fin, ese ansiado Touareg. Sobrehumano.