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AUTOMOVILISMO

Mónica y Marta Plaza, las hermanas veloces

Las hijas de Manolo Plaza, uno de los pilotos españoles con más experiencia en el Dakar, correrán como piloto y copiloto en el Nacional de Todo Terreno.

Actualizado a
Mónica, Manolo y María Plaza.

Lo llevan en la sangre. Competición en vena. Porque desde el mismo día que nacieron, Mónica y Marta veían a su padre, Manolo Plaza, agarrar el casco, mono y guantes para competir o cruzar algún desierto. El conquense es uno de los españoles más experimentados en el Dakar (15 participaciones), y ahora sus hijas se unen para, como piloto y copiloto, intentar lograr el título nacional de Todo Terreno.

Pero no llegan de nuevas, ya que Mónica lleva desde 2015 compitiendo como copiloto (en el Dakar junto a su padre), y desde 2021 corriendo en el Campeonato de España de TT al volante. Marta también lleva cinco años corriendo como copiloto, y ya el pasado año se unieron para correr y ganar en casa, Cuenca, en la penúltima cita del Nacional, donde lograron la victoria. Y desde el 24 de marzo, que arranca la temporada 2023 en Jaén, unirán esfuerzos para pelear por el título al volante de un Toyota Hilux T1-N del Avatel Racing Team.

“Este año no vamos en trasatlántico”, bromea Mónica. “Ahora vamos en un yate. El coche del año pasado pesaba 3,4 toneladas y el de esta temporada pesa bastante menos. Necesitaré un periodo de adaptación porque la forma de conducirlos es diferente. El objetivo no puede ser otro que salir a ganar. Tenemos experiencia y hemos demostrado un ritmo rápido, aunque en el todo terreno pueden pasar muchas cosas. Afrontamos la temporada con mucha ilusión, y el hecho de correr con Marta es una motivación extra”.

“Es un reto especial. Un proyecto muy bonito que vivimos con sentimiento y pasión. Pero, por encima de mujeres, somos hermanas, y nos sentimos iguales”, asegura Marta en vísperas del Día de la Mujer. “Estamos intentando eliminar la categoría femenina”, explica Mónica. “Es como si un pelirrojo, por ser pelirrojo, tuviera una categoría especial. En otros deportes, como el ciclismo o el taekwondo, por poner dos ejemplos, quizás sí esté bien”.

“El apellido a veces ayuda, pero otras pesa”, explican ante su orgulloso padre. “Tienes que ser buena por el apellido”. Pero a Manolo reconoce que “en la primera carrera el miedo era que ellas discutiesen, que es algo muy fácil en una carrera entre piloto y copiloto. En el Dakar he visto a gente bajarse del mismo coche y empezar a pegarse”.