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WEC

Molina y Ferrari confían: “Estamos bastante bien”

El piloto español, segundo del Mundial de Resistencia, comenta con AS durante las 6 Horas de Portimao el inicio del WEC: “El coche es rápido”.

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Molina y Ferrari confían: “Estamos bastante bien”

Ha sido un comienzo de Mundial de Resistencia más que aceptable para Ferrari y para Miguel Molina, a los mandos del 499P (#50) con el que la casa de Maranello se embarcó en su regreso a la máxima categoría del WEC, en la clase Hypercar. Se estrenó con pole en Sebring ante la sorpresa de todos y mandó un avisó a Toyota: no pueden relajarse porque el Cavallino Rampante no está para ser relleno de ninguna parrilla. Y menos en esta, en la disciplina en la que se engloban las míticas 24 Horas de Le Mans, que en 2023 celebran su centenario. Tras la pole en Florida, vino un día después el primer podio, por detrás de los dos japoneses. Y se repitió fotografía en la clasificación de las 6H de Portimao, sólo que esta vez intercambiaron las posiciones los GR010 Hybrid: salió primero el #8. Y ganó, aprovechándose de los problemas del gemelo #7 en el eje de transmisión que le obligó a para en boxes y perder siete vueltas. Podio otra vez, pero esta vez en segundo lugar, para Ferrari. Y segundo puesto de la general.

A grandes rasgos valdría para definir la situación de Ferrari en el WEC una frase que dijo Molina a AS, medio al que atendió en Portimao: “Estamos bastante bien”. Con una pole y dos podios no es para menos. Y además, el proyecto de Maranello es joven, mientras que Toyota lleva dominando con mano de hierro la resistencia los últimos años: cuatro mundiales consecutivos y cinco veces seguidas ganando las 24 de Le Mans.

“Hemos podido ir completando el programa”, continúa el piloto de Ferrari: “Está difícil pero a la vez es bonito”. Los resultados, de momento, acompañan a Ferrari y los problemas se van solucionando: “Teníamos buenas expectativas antes de debutar y el coche ha nacido rápido, eso es una buena noticia. Tuvimos algún inconveniente en Sebring, algún punto débil y ya estamos trabajando en ello, pero en líneas generales estamos muy contentos”.

Una de las mayores dificultades que ha encontrado el 499P en su puesta de largo en el WEC es el desgaste de la ruedas. Entender su rendimiento y su funcionamiento es una de las principales líneas de actuación, porque la velocidad está, lo demuestra la pole de Sebring, y la fiabilidad también, sin grandes fallos de la mecánica en la unidad #50. Y en el horizonte la carrera de las carreras, el centenario de Le Mans: “Los problemas que nos encontramos en Sebring fueron a nivel de degradación de neumáticos. El objetivo es encontrar una gran fiabilidad, ya mirando a Le Mans para llegar en las mejores condiciones. Trabajamos en ello y estamos en el camino de reducir el gap con los primeros”, explica Molina.

Asaltar la victoria de momento no ha sido posible, pero Ferrari y Molina no desfallecen. En la casa roja están satisfechos con el desempeño y saben que aún queda un gran camino por recorrer. No se ven como la principal alternativa a Toyota, pero los resultados dicen que lo son. Y a los resultados se llega con trabajo, la única fórmula válida que ve Molina para llegar al objetivo: “Tenemos que centrarnos en hacer nuestro trabajo y hay que tener en cuenta que tenemos menos experiencia que otras fábricas. La curva de mejora va hacia arriba y todavía hay margen de mejora. Nuestro proyecto es nuevo y lo más positivo es el excelente grupo de trabajo que hay detrás”. Y por delante, de momento, sólo Toyota.