Loeb señala a Al Attiyah: “Hacía su propio rally, no el Dakar”
“Si mañana tuviese otro coche detrás sería mejor”, dice el francés sobre la marcha de Nasser, pero se centra en su propio trabajo: “Seguimos en la lucha”.
Que Loeb haya llegado sano y salvo al vivac de Al Ula ya se puede considerar una victoria. Porque el francés, en el enlace que le llevaba hasta el inicio de la especial (178 km), tuvo que parar por una avería que debió solucionar sobre la marcha y le hizo llegar con el tiempo justo a la salida: “Tuvimos problemas con el gato. Estábamos en el tramo de carretera y el coche se quedó en el aire, así que tuvimos que cortar el tubo para poder subirlo y no pudimos usarlo en la rueda izquierda”. Sin duda era un mal día para tener ese tipo de problemas, pero sobre todo era mal momento para pinchar con la rueda izquierda. Pero la suerte en el Dakar siempre es caprichosa.
“Los dos pinchazos fueron en la izquierda”, dice un Loeb, que tuvo que condicionar su parada para cambiar las ruedas: “Encontré unas rocas, me subí a las rocas y puse el coche inclinado para levantar la trasera y poder tener la rueda trasera en el aire”. Hubo que hacer malabares y por ende, hubo que sacrificar tiempo: “Así perdimos alrededor de 12 o mínimo 12 minutos. Sólo para cambiar las ruedas. Es un poco frustrante, pero podríamos haber tardado más y al fin y al cabo, tenemos que estar contentos porque hemos ganado algo de tiempo”. En total, siete minutos a su favor con respecto a un Carlos Sainz que se queda ahora con 13 de ventaja en la general, a falta de la etapa más compleja de esta edición.
La undécima etapa estará marcada por las piedras y fue esa especial precisamente la que, hace tan solo un año, decidió el rally en el segundo día de carrera: “Sabemos que mañana será difícil, vuelve a ser una etapa con muchas piedras y mucho riesgo de pinchazos. Estamos solos y Carlos (Sainz) tendrá dos Audi cerca, así que veremos qué podemos hacer”. ¿Era eso una indirecta a la marcha de Al Attiyah? El francés responde: “Él ha hecho lo que ha querido. Seguro que en esta situación no estaba tan motivado para continuar. Tuvo algunos problemas y en un momento dado decidió marcharse. Es su decisión, pero estaba haciendo su propio rally. No estaba corriendo el Dakar para ayudarme”.
“Seguimos en la lucha”
Loeb deja en evidencia una decisión que en estos momentos preferiría que fuese diferente. “Seguro que si mañana tuviera otro coche detrás sería mejor, pero veremos qué podemos encontrar”, dice al respecto el francés, que intentará aprovecharse de su posición de salida (16º): “Espero que me ayude en la situación de las rocas y que el polvo no sea un gran problema, porque hoy hemos visto a muchos pilotos quejarse. En mi caso, cuando cambié la segunda rueda, me pasaron dos coches y decidí levantar y quedarme atrás porque no veía nada. Era demasiado arriesgado volver a pinchar en esta situación, pero con suerte mañana podremos adelantar”. Y seguir recortando tiempo en una pelea donde recuerda, que todavía sigue con vida: “Seguimos en la lucha, hemos recuperado algo de tiempo y ese era el objetivo”.
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