Loeb se sale con la suya
El francés consigue su tercera victoria consecutiva (cuarta de esta edición) y se acerca al segundo de la general, mientras espera el error de Al Attiyah.
Mantuvo el discurso desde el primer día y ahora, Loeb lo está ejecutando a la perfección una vez se ha podido liberar de todos los problemas mecánicos y contratiempos que lastraron su primera semana en el Dakar. En ningún momento plantearon rendirse y mientras hubiese esperanza, iban “a darlo todo”. Después de los pinchazos en la segunda jornada, los problemas mecánicos en la tercera y un vuelco en la sexta, los días comenzaban a convertirse en rutina. Pero una victoria entre medias en el quinto día ya arrojó algo de optimismo a la dupla de BRX, que ya ha conseguido cumplir su primer objetivo después de todo el tiempo inicial que perdieron superando dificultades: acercarse hasta la segunda posición de la general.
Los problemas de salud de Moraes (a la zaga de Al Attiyah en la clasificación absoluta) y el tercer triunfo consecutivo para el de BRX, acercaron todavía más a Loeb hasta la posición de un Nasser que terminó el día a 5:45 del francés en la cuarta plaza. Pero el recorte de tiempo que ha ejecutado el piloto de Prodrive con respecto al máximo aspirante al Toaureg ni siquiera tiene efectos en la competición... de momento. Loeb está retando al máximo posible la fiabilidad del piloto de Toyota y aunque el qatarí tiene bastante claro cuál será su filosofía de aquí a que acabe la competición, ser prudente no tiene por qué librarle de penar la dureza de un desierto que se adentrará en territorio desconocido.
La undécima etapa puede ser decisiva y no precisamente a favor del líder, debido a sus características. La maratón se desarrollará en el Empty Quarter y las dunas siempre pueden convertirse más que en grandes montones de arena, en grandes enemigas de dos pilotos que vuelven a ser los candidatos al Touareg como ocurrió hace tan solo un año. En estos momentos sería bastante optimista pensar que la situación se parece a la de 2022, simplemente por la distancia que conserva Nasser frente a Loeb. Pero también porque el Toyota no está rindiendo a un máximo potencial, que apenas se ha visto en esta edición. Y eso quiere decir que realmente, no se sabe hasta dónde puede llegar el Hilux.
Lo que sí es seguro es que el Audi, podría haberlo hecho mucho más lejos de lo que lo hizo con sus dos principales candidatos a la victoria. Ekstrom ha culminado la primera etapa de dunas en la segunda posición, a tres minutos de un Loeb que está imparable. La alegría sienta bien en las carpas de la marca alemana aunque al mismo tiempo, sigue reiterando esa sensación de poder haber conseguido algo más, que intentará hacer suyo el piloto de BRX. Lo demostró en la novena etapa, cuando salió tarde a la especial adrede por no pagar el precio de abrir pista y seguir recuperando terreno. Pero eso mismo también lo ha conseguido un día después, liderando todos y cada uno de los puntos de control, a pesar de tener que encabezar la categoría sin la necesidad de argumentar un fallo que solamente quiere que llegue desde el Hilux de Al Attiyah. Le quedan cuatro oportunidades.