Farrés le encomienda el Dakar 2024 a Dragon Ball
El español estuvo cerca de quedarse en casa, pero afortunadamente vuelve a la carrera reuniendo las Bolas de Dragón para saldar su deuda: la del Touareg.
Siempre se ha hablado mucho de la dureza que entraña un Dakar (del 5 al 19 de enero), pero antes de superar obstáculos en la arena son muchos los que deben superarlos económicamente para poder padecer ahí. Uno de los que ha tenido que hacerlo es un Gerard Farrés que con 16 ediciones a sus espaladas (11 en moto y 5 en vehículos ligeros) y tres podios en la carrera (2017 en moto y dos segundos en 2019 y 2022 en SSV), debió luchar contra el crono antes de tiempo... para llegar a tiempo a su cita con el desierto. Al español le faltaban dos patrocinadores y un 11 de noviembre, tras varias llamadas y las buenas noticias de Botularium y Macbor, se aseguró su participación en una prueba que sigue estando en deuda con él.
El año pasado, una avería mecánica por una pieza que tenía un coste inferior a los cinco euros le dejó sin opciones cuando estaba en la pomada por el Touareg. Pero tan solo un año antes, vivió un final todavía más amargo cuando debió aceptar las órdenes de equipo para asegurarse su regreso al Dakar. La carrera volvía a demostrarle que era tanto lo que te da como aquello que te quita, sobre todo, porque ser uno de los mejores de la categoría no le ha asegurado nada. Aunque eso ya es una anécdota más que acompañará a un nuevo desafío que volverá a afrontar con Diego Ortega (por tercera ocasión) como guía.
“Me llamó (Ortega) el mes de noviembre y me dijo: ‘Si tengo que dormir encima de una piedra, yo duermo encima de una piedra. Y no quiero ni cobrar”, empezó contando Farrés, sobre un compañero que le “da fuerza para este año y para todos”. El español está convencido de que todo esto ha pasado porque está seguro “de que vendrán años mucho mejores” y en 2024 tendrá la oportunidad de comprobarlo en primera persona saliendo a por ese triunfo que tanto le debe el Dakar. Para ello se ha encomendado a Dragon Ball, uniendo las siete Bolas de Dragón que lucirán en su Can-AM y que en la serie cumplen los deseos. Y el de Gerard es ese ansiado Touareg.
El español es consciente de que está entre los favoritos, pero recuerda que “en un Dakar puede pasar de todo hasta el último día”. En el desierto no vale dar nada por sentado y “calidad hay mucha en todos los pilotos”: “Tenemos que ser inteligentes porque vamos de Dakar en Dakar sin experiencia durante el año y tenemos que saber cuándo atacar”. Este año saldrá solo al ataque, pues Farrés repite sin órdenes de equipo (como ocurrió en 2022) y otros detalles que les ayudarán a hacer “una buena carrera”. “Ha sido realmente un año duro” pensando en que el Dakar se podía escapar, pero en cierto modo el desierto ya le está recompensando todo lo que Gerard hacer por él. En los negocios, también hay supervivientes.
Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todas las claves deportivas del día.