“En el helicóptero ya estaba planeando la operación”

Tosha Schareina (29 años, Valencia) siempre fue un piloto de otra generación. Durante unos seis días de Enduro, el español dejaba claro que su objetivo era “ser piloto de rallys” y aunque no lo tuvo fácil, fue capaz de alcanzar su meta. Por el camino tuvo que demostrar su talento en 2021 y 2023, con una moto privada en el desierto. De esa apuesta llegó su estreno como piloto oficial de Honda y aunque el pasado Dakar acabó de manera prematura para él, tras una caída en la etapa 1 a la que llegaba como ganador de la prólogo, un año después regresa como la gran baza española en la categoría de motos y uno de los grandes favoritos a la victoria. De hecho, “si no saliese a ganar, me quedaría en casa”, como reconoce en AS.

El valenciano sale a buscar un triunfo que España no logra desde 2015, cuando Marc Coma logró su quinto Touareg. Sobre el terreno considera “a todos los pilotos rivales” y aunque acabó la temporada como el piloto con más victorias (10) en el Mundial de Rally Raids, tiene la lección aprendida. “Sabemos que ganar etapas no significa ganar un Dakar”, asegura Tosha, pero a pesar de ello no está dispuesto a renunciar a su esencia: “Es verdad que a mí me gusta ganarlas porque me gusta abrir etapas. Ahora con los bonus también tenemos ventaja con eso. Por eso estoy motivado con este Dakar, motivado con todos los kilómetros que van a ser y pendiente de saber cómo se desarrolla todo”.

Esa última frase refleja algo de cautela y una lección aprendida sobre cómo acabó la participación de 2024 para él. Pero el sueño convertido en pesadilla, tan solo fue una motivación más para llegar con más ambición que nunca: “Yo estaba en el helicóptero y estaba planeando la posible operación y en cómo podía prepararme para la carrera que tenía en un mes (Abu Dhabi). Así lo hicimos. Al final, una vez que te caes es borrón y cuenta nueva, experiencia que ganas. Lo que me dio esa caída es que en ningún momento te puedes relajar, porque parece que lo tienes todo controlado y en el último momento se tuerce todo. Pero vamos a por todas en esta edición”.

La motivación permanece intacta después de “un gran año” en el que acabó tercero en el Mundial, gracias a su victoria en Portugal y los podios de Argentina y Marruecos. Su condición de favorito la entiende “más como una oportunidad” que como una carga, pero sabe que “hasta diez pilotos pueden ganar etapas y 7 u 8 pueden ganar el Dakar”. Entre esos aspirantes también cuenta con las KTM y celebra “que estén de vuelta con una mejor moto, porque eso es bueno para toda la carrera”. Sin embargo, la realidad es que en la expedición de Honda, su compañero Ricky Brabec llega como un vigente ganador al que pretende destronar.

“Va a llegar la victoria”

El punto fuerte de Tosha frente al resto de rivales será “la confianza en mí mismo, la serenidad, que soy un piloto muy tranquilo que no se come mucho la cabeza y que tiene las cosas claras”. Incluso en un recorrido que espera duro y que, en ciertas ocasiones, le obligará a renunciar a otras de sus virtudes: la de abrir pista.

“Puedes tener toda la estrategia del mundo, que luego estás a pie de pista y no sirve de nada. Vamos a ir etapa por etapa, es verdad que me gusta abrir, pero este año, aunque haya bonus, van a ser etapas muy largas; entonces veremos. Abrir también significa que has ganado la etapa, entonces va sacando ventaja. Pero vamos a ir viendo cómo se desarrolla y viendo a ver dónde también están los rivales para hacer una estrategia u otra”. Schareina sabe “que algún día va a llegar la victoria y por qué no este año”. No renuncia a nada.

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