“El primer año de proyecto va a ser complicado”
Lucas Cruz pide paciencia durante el estreno de su aventura junto a Carlos Sainz en Ford. “De momento queremos dejar las expectativas a un lado”, dice.
Lucas Cruz y Carlos Sainz pusieron el broche de oro a la breve pero intensa andadura de Audi en el Dakar. La pareja española permitió a la marca de los cuatro aros despedirse del desierto en lo más alto y como sucede en cualquier otra historia, ese final supuso un nuevo comienzo para los dos protagonistas que, en este 2025, defenderán su condición de ganadores entre la arena de Arabia. Ford, en su colaboración con M-sport, ha sido el destino que el piloto madrileño ha escogido para continuar haciendo historia en la mítica carrera y su copiloto, Lucas, le confiesa a AS estar “agradecido de que Carlos cuente conmigo otro año, para un proyecto tan bonito como va a ser este de Ford”.
Hay muchas esperanzas de que las cosas marchen bien junto a la firma americana. De hecho, el propio Sainz, dejaba claro antes de anunciar su fichaje que buscaba “un proyecto ganador”. Aunque Lucas, admite que antes de empezar prefieren “dejar las expectativas a un lado”. El Raptor será el nuevo compañero de aventuras de la pareja española y a pesar de que Ford ya se estrenó en el Dakar durante la última edición, este prototipo llega completamente renovado y sin herencias de su antecesor. Por eso “habrá que ver cómo va evolucionando el coche y cómo es la carrera, con lo que nos plantea David (Castera, director del Dakar) este año. A partir de ahí veremos a ver qué es lo que pasa, porque todo está un poco en el aire”.
Además de la revolución que supone este cambio de concepto para Ford, Lucas y Carlos también lo viven en primera persona. Pues dejan atrás un prototipo eléctrico, con el que nadie más se ha atrevido a probar suerte en el desierto. El Raptor “es un coche totalmente diferente a lo que teníamos hasta ahora”, recuerda Cruz, antes de profundizar en lo que les espera a partir de ahora: “Faltará un poco de adaptación, el coche es nuevo. Habrá que hacer kilómetros, rodar todo, comprobar que todo funcione, que las piezas funcionen y que todo esté en su sitio, pero llegaremos en la mejor forma posible”.
La misión de Ford con Carlos Sainz y un Nani Roma que ya acumula un año de rodaje junto a la estructura americana, es construir de cero un prototipo ganador. Sobre el papel debería ser un pre Dakar más intenso que el de los últimos años para el madrileño y Lucas, pero el tiempo ha limitado los plazos: “Todo va a ser más o menos igual (que en el pasado), porque los tiempos son los tiempos y estamos limitados. A finales de noviembre se embarca todo, con lo cual en ese momento debemos tenerlo todo decidido. En octubre o finales de septiembre ya habremos decidido todo y qué dirección queremos seguir. Si luego tenemos la suerte de poder hacer Marruecos, ahí ya simplemente podremos verificar el trabajo que hemos hecho, porque no podremos validar nada. Porque si lo validas ahí ya no te da tiempo a producirlo”.
“Hemos de ser cautos”
El tiempo juega en su contra, pero el entorno a su favor. Ford ha fichado a figuras claves como Joan Navarro, el ingeniero jefe de Carlos en su éxito con X-Raid y Audi, y como reconoce Lucas “traer a gente de nuestra confianza lo hace todo mucho más fácil”: “Ya saben por qué línea vas. En ese sentido podemos adelantar mucho tiempo y ganarlo en el sentido del desarrollo y la evolución”. ¿Quiere decir eso que podrán defender el Touareg con garantías? “Hemos de ser cautos, es un primer año de proyecto y todo esto va a ser complicado”, admite Cruz.
De partida, el proyecto de Ford tendrá una segunda oportunidad para Carlos Sainz y Lucas Cruz, pues el madrileño llegó a un acuerdo de dos años con la estructura americana y M-Sport. Pero, ¿qué pasará si el éxito no se cruza en su camino durante este tiempo? “No tengo ni idea, Carlos es el que marca los tiempos. En estos momentos se le ve con ganas, pero los años pasan y el tiempo también. Simplemente podemos pensar en el presente y ya veremos qué pasa después”.