Defender se bautiza en el desierto
El proyecto de la marca británica acelera su preparación para el Dakar y suma sus primeros kilómetros con el D7X-R ante la mirada de Ian James, el nuevo team principal.


Lo que empezó siendo la base de un OCTA, Defender lo ha convertido en un coche de rally-raid para afrontar el próximo Dakar. Durante la última edición de la carrera, la marca británica presentaba en sociedad su proyecto para competir en el desierto. Y entre las pocas incógnitas que quedaban, pues al competir en Stock deberán mantener la esencia de un coche de serie, una de esas dudas por despejar se centraba en cómo bautizarían a una unidad que competirá bajo el nombre de D7X-R. Todavía está en el aire y abierto a la imaginación cuál será la imagen con la que este modelo tome la salida de la próxima edición (del 3 al 17 de enero), pero poco a poco va tomando forma un proyecto que, además, ya se ha bautizado en el desierto.
Defender ha acelerado en los últimos meses los preparativos para estrenarse en el Dakar; donde disputarán su primera competición con el coche de carreras. Porque a pesar de que la marca británica desplazó hasta el desierto de Merzouga un prototipo y la primera unidad del coche de carreras, este proyecto dará el pistoletazo de salida en el mismo momento que arranque la próxima edición de la carrera. Hasta entonces, seguirán probando junto a Stephane Peterhansel, Rokas Baciuska y Sara Price, su cartera de pilotos para un desafío en el que el francés y 14 veces ganador de la prueba liderará el desarrollo. Aunque, por encima de todas las cosas, harán valer la opinión de un equipo que estará bajo las órdenes de Ian James, el nuevo team principal.
Recién nombrado director general de JLR Motorsport, Ian liderará el equipo Defender Rally en el Dakar y también en el Mundial de Rally-Raid (W2RC), donde el equipo competirá junto a dos unidades y completará el calendario al completo. Su compromiso con el certamen será absoluto desde el primer momento, como también con la carrera de Arabia Saudí; donde pondrán a disposición de ASO (el organizador) cerca de 30 coches para dar apoyo a la carrera, además de otros dos para hacer el reconocimiento que acabará desembocando en la ruta de la próxima edición. Por lo que, a fin de cuentas, “Defender está mucho más arraigado en el Dakar que un simple equipo de fábrica”, como explica un miembro del equipo a AS. Aunque su prioridad absoluta es la victoria.
“Queremos un 2026 memorable para Defender”
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La marca decidió apostar por el Dakar para demostrar de qué era capaz un Defender que surcará el desierto impulsado por un V8 biturbo de 4,4 litros, que se encargará de conservar la esencia de un vehículo de producción; mientras el resto de componentes se afinan para un entorno concreto. Y aunque “todavía queda mucho trabajo por hacer”, como reconoce James, incluso después de los más de 1000 kilómetros que sumaron en Marruecos, todo el equipo está decidido “a hacer de 2026 un año memorable para Defender”.
La marca británica está trabajando para sobrevivir a las dificultades del desierto, pero también para encajar los rompecabezas que presenta el reglamento, como la colocación de un depósito de 550 litros que afecta a toda la compisión del vehículo. Aunque a pesar de todo, tras haber renunciado a fabricar un T1+ y haber ido a por la victoria absoluta, conservarán lo que es su más absoluta prioridad: mantener el corazón de lo que siempre ha sido el Dakar.
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