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F1 | VERSTAPPEN

“Casi termino en la grada”

El campeón sufrió en las últimas vueltas con los duros: “Era como pilotar sobre hielo, no estaba seguro de poder mantener a Norris detrás”.

Ímola
Max Verstappen celebra su victoria en Ímola.
DANILO DI GIOVANNIEFE

“Estoy destrozado por los baches, sinceramente. Mi espalda y todo me duele. Después de 20 vueltas ya podía sentir el dolor. Estoy deseando tumbarme en la cama y tomarme algún analgésico para el dolor, y un masaje”, confesó Verstappen tras ganar la quinta carrera de siete esta temporada, sin contar los otros dos triunfos en esprints. Cruzó la meta con siete décimas de renta sobre Norris, una ventaja mínima. El bajón de rendimiento de su Red Bull en el último tercio de la carrera propició la remontada del McLaren, aunque a Lando le faltaron vueltas para llegar a intentar un adelantamiento sobre el campeón.

Max terminó satisfecho: “No esperaba tanto ritmo después de cómo había ido el fin de semana. Con el neumático medio fue bien, pero al cambiar a los duros, después de cinco o diez vueltas no estaba seguro de poder llegar hasta el final. Los neumáticos estaban fuera de la ventana y era como pilotar sobre hielo, con muchos trallazos. Desde la curva siete sentía que no tenía agarre, casi termino en la grada. Era muy difícil, tenía que hacer unas líneas muy raras. Las últimas diez vueltas estaba intentando sobrevivir y entonces Lando subió el ritmo. Veía que se acercaba, no estaba seguro de poder mantenerle detrás, pero intentaba hacerlo lo mejor posible”.

Llegó a creer que el británico le alcanzaría: “Cuando vi que era medio segundo por vuelta me pareció mucho. Pero no se puede hacer nada, intentaba simplemente no cometer errores y ser rápido en las rectas. Eso es lo que me ayudó al final. Con el alerón trasero que teníamos éramos bastante rápidos en las rectas y eso ayudó para que nos defendiéramos al final”.

Verstappen insiste en que Red Bull no tuvo un fin de semana plácido: “El viernes no estábamos en las tandas largas, no tenía unas sensaciones nada buenas. Incluso el sábado por la mañana no estaba nada contento. Pero luego antes de la clasificación el coche ya se sintió mucho mejor. Sabía que iría bien en carrera, pero no sabía cuánto. No teníamos muchos datos de los neumáticos, así que probablemente hicimos algo mal. Lo que funcionó con los medios no funcionó con los duros, pero es algo que tendremos que entender y analizar”.

Ahora apunta a Mónaco, con solo siete días de diferencia y mientras las distancias se reducen, porque McLaren y Ferrari se acercan: “Mónaco es completamente diferente, pero podemos ver lo apretado que está ahora. Tenía un poco más de ritmo en el medio, pero no tenía nada en el duro. Al final, llegamos juntos a la línea de meta, que es como empezamos. Está muy apretado y Mónaco siempre es al límite. Necesitas clavar la clasificación para sacar la vuelta, tener los neumáticos funcionando cuando se necesita, siempre es muy complicado. Mónaco es muy especial en ese sentido”.

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