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F1 | GP EMILIA ROMAÑA

Verstappen y los dos McLaren le dan la tarde a Ferrari

Pole del neerlandés seguido de Piastri (sancionado, quinto) y Norris, ambos con margen sobre Leclerc y el cuarto de Sainz. Alonso, penúltimo con muchos problemas.

Ímola
Red Bull Racing's Dutch driver Max Verstappen leaves his car as he celebrates after winning the pole position in the qualifying session of Emilia Romagna Formula One Grand Prix at the Autodromo Enzo e Dino Ferrari race track in Imola on May 18, 2024. (Photo by ANDREJ ISAKOVIC / AFP)
ANDREJ ISAKOVICAFP

Siete poles de siete para Verstappen en 2024, pero no fue otro día más en la oficina. Y sobre todo no parece otra carrera plácida para el campeón. Fue el más rápido a la hora de la verdad y conforme avanzó la clasificación agigantó las diferencias, si es que se puede llamar grande a un margen inferior a la décima sobre Piastri y Norris. El australiano fue penalizado por estorbar a Magnussen y cae hasta la quinta plaza, una ayuda para el resto, pero el domingo se plantea complejo. Red Bull ha sufrido mucho este fin de semana en Ímola y McLaren parece la referencia en cuanto a ritmo. Ya le han comido la tostada a Ferrari y parecen igualmente muy superiores al Red Bull de Pérez, eliminado en Q2 (undécimo).

Fue una clasificación limpia en una jornada accidentada en general, en los libres y en las otras categorías. Ímola no perdona, la grava castiga los errores que las escapatorias de asfalto pasan por alto. Pareció que Leclerc podría defender el pabellón de Ferrari en el circuito que lleva el nombre del fundador, pero las cosas cayeron por su propio peso. Al final terminaron más cerca de Russell (sexto, a una milésima de Carlos) que de la pole de Max. Leclerc partirá tercero y Sainz, cuarto. El motor nuevo del monegasco y el cargamento de mejoras que llegó de Maranello no pueden con un McLaren al que le sale todo últimamente. Dos victorias seguidas generarían una tendencia preocupante para el teórico segundo.

En la otra cara de la moneda, fue un sábado muy duro para Alonso. Por la mañana sufrió el accidente en los libres que dañó el tren trasero y obligó al equipo a trabajar a contrarreloj para llegar a la clasificación. Perdió el coche en Rivazza y chocó por el costado trasero izquierdo contra las protecciones, con daños para el difusor y un cambio de motor por precaución. Por la tarde, una igual de sufrida Q1. Primero se fue largo en Tamburello, rapidísimo al inicio de la vuelta con el rebufo de Norris. La grava sobre el filo del fondo plano pudo hacer el resto. Cuando el asturiano volvió a la pista, desde el muro le pidieron que volviera al garaje con un problema no identificado. No había mucho más que hacer.

Partirá penúltimo en el GP de Emilia Romaña, aunque se puede prever que lo hará desde el ‘pit-lane’ para que sus mecánicos puedan cambiar las piezas afectadas y ajustar el ‘set-up’ para una carrera a la desesperada. Obligado a remontar, más que en Miami, en un circuito que apenas concede oportunidades de adelantamiento y tampoco tiene una ventana estratégica amplia. Si las mejoras de Aston Martin funcionan, se verá en Mónaco. En Ímola, la respuesta no es afirmativa.

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