Verstappen cumple su castigo
Antes de la Gala de Campeones, el piloto de Red Bull cumplió con las horas de trabajo social en Ruanda que la FIA le impuso por usar un lenguaje inapropiado en el GP de Singapur.
Por mucho que se haya hablado sobre la polémica sanción a Max Verstappen, para la FIA era algo irrevocable. Por eso, antes de atender a la Gala de Campeones de la federación, que se celebró en Ruanda este año, el tetracampeón del mundo de la Fórmula 1 tuvo que cumplir su castigo. El de Red Bull llevó a cabo este pasado viernes sus horas de trabajo social como entrenador de jóvenes pilotos en Kigali, la capital del país africano que se convirtió en el epicentro del automovilismo en la pasada jornada. Durante su servicio comunitario, el neerlandés estuvo acompañado de Mohammed Ben Sulayem, presidente de la Federación Internacional, con quien ha tenido unos últimos meses de tira y afloja con sus declaraciones.
Y es que el castigo le llegó a Verstappen, precisamente, por unas declaraciones en la rueda de prensa previa al GP de Singapur. En la labor de la FIA por hacer que los pilotos sean personajes a los que admirar por los más jóvenes, castigó al campeón del mundo por usar lenguaje inapropiado durante la atención a los medios de cada jueves previo aún fin de semana de carreras. En una época complicada pare el piloto y Red Bull, Mad Max indicó que su monoplaza “estaba jodido” y eso sirvió para acatar una sanción que revolvió a todo el paddock y que posicionó al resto de la parrilla del lado de Verstappen. Y el paso de los meses hacía que la tensión entre el piloto y la organización siguiera subiendo. De hecho, en el mismo gran premio que recibió la notificación de su castigo, el neerlandés llegó a contestar con monosílabos a las preguntas de los medios de comunicación en forma de protesta.
Pero con la temporada ya finalizada, era hora de cumplir su castigo y, aprovechando el viaje a Ruanda por la gala de la FIA, la organización anunció así los servicios comunitarios a los que el piloto tendría que someterse antes de vestirse de traje para recibir su cuarto trofeo como campeón de la F1: “Durante su estancia en Kigali trabajará con jóvenes competidores como parte del programa de desarrollo de base organizado por el Rwanda Automobile Club (RAC). La actividad se llevará a cabo con un coche de cross asequible de la FIA que el RAC ha construido localmente en Ruanda a partir de los planos proporcionados por la FIA”. Verstappen se subió al monoplaza y dio sus opiniones bajo el papel de coach, bajo la atenta mirada de Ben Sulayem y junto a estudiantes del Colegio Politécnico Regional Integrad que diseñaron el vehículo todoterreno.
“Ha cumplido su promesa. Este es el servicio a la comunidad que necesitamos que hagan todos y cada uno de los pilotos y campeones. Una parte importante del deber de un campeón, de un embajador, es devolver algo a la sociedad. ¿Y qué mejor, cuando hablamos de diversidad, que su presencia aquí? Le he visto muy feliz a la hora de cumplir con su papel. Ha disfrutado con su labor de inspirar a chicos y chicas”, indicaba el mandamás de la FIA a una televisión local de Ruanda, destacando el papel de Verstappen y su charla motivacional para jóvenes que sueñan con llegar a la F1, como pilotos y mecánicos. Además, el país ha presentado su candidatura para albergar un gran premio del Mundial en los próximos años, lo que supondría el regreso de la Fórmula 1 al continente africano.
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