Sábado nefasto para Alonso en un esprint caótico
Verstappen gana por delante de Piastri y Gasly en una carrera corta marcada por la lluvia. Sainz, cuarto que debió ser más. Toque de Hamilton a Pérez.
Caos, estelas de agua, accidentes, toques, coches en la grava… poco más podía pasar en el esprint concentrado del GP de Bélgica. Ganó Verstappen, qué sorpresa, a pesar de que Piastri lo hizo todo, y todo de forma brillante, para llevarse un primer triunfo parcial como piloto de Fórmula 1. Destacó para bien Sainz, cuarto final a pesar de las inclemencias de su paso por boxes. Y fue un sábado para olvidar el de Alonso, en el día de su 42º cumpleaños, porque por la mañana la estrategia de Aston Martin le dejó fuera de juego (salió 15º) y por la tarde terminó la carrera corta atrapado en la grava. Mal día.
La salida se retrasó por el diluvio que interrumpió la parrilla y se redujeron las vueltas de 15 a 11 al completar hasta cinco de formación tras el coche de seguridad. En esos minutos el asfalto rápidamente cambió de neumáticos de lluvia extrema a intermedios, así que para cuando se retiró el ‘safety car’, medio pelotón se fue directo a cambiar las gomas. Verstappen se mantuvo firme porque la clave en este caso no era la prisa de sus mecánicos al cambiar las ruedas, sino la posición del garaje del equipo, y eso hundió a Sainz: salía tercero, pero el box de Ferrari está de los primeros; así que cuando se quiso reincorporar tras una parada regulera, venía un tren de coches al que debía ceder el paso y se quedaba sexto virtual. Lo contrario para Piastri, pues el garaje de McLaren está a mitad de camino entre la entrada del ‘pit-lane’ y la salida.
En la segunda vuelta pararon todos los que no lo hicieron antes (Max, Leclerc, Norris, Alonso…) y se armó el zafarrancho. Interrumpido en la tercera vuelta por el accidente de Fernando: perseguía a un Haas desde muy cerca, tocaba el extremo del asfalto y perdía el control del Aston hasta recuperarlo en la grava. Ya se había torcido todo por la mañana cuando el equipo decidió sacar a Stroll con neumáticos medios en la SQ2 con un asfalto mojado: el canadiense se estampó antes de que el bicampeón hubiera dado una vuelta, así que se quedó eliminado sin tiempo. Lástima. El domingo puede desquitarse. Salió el coche de seguridad.
Seis segundos de ventaja en cinco vueltas
En la resalida (vuelta 6), Verstappen pasó a Piastri y se largó para ganar. Tras ellos, Pérez y Hamilton se tocaban en una lucha agresiva que dejó malogrado el Red Bull. Checo se retiraría, Lewis recibiría una sanción de cinco segundos. En el momento de zozobra del mexicano, el esprint se convirtió en un concurso de a ver quién le adelantaba mejor: Sainz, bestial en Eau Rouge; Leclerc, por fuera en la frenada de la recta Kemmel. Carlos remontó hasta la cuarta plaza, ganó un puesto con el castigo de Hamilton. “No está bien, os advertí”, cerró el madrileño por la radio. Esa parada tempranera no fue tan buena idea como parecía.
Al final Max cruzó con seis segundos de ventaja que logró en cinco vueltas y el pseudo-podio lo completaron Piastri y Gasly (beneficiado también por el orden de paradas). Faltó Sainz, impecable en agua y desafortunado por causas ajenas, aunque terminó justo por delante de Leclerc. Curioso buen resultado para Alpine después de despedir a toda la plana mayor, con Permane y Szafnauer en funciones por último fin de semana. Y curioso desastroso sábado para Aston Martin y Alonso. La vida al revés en Spa. Quizás sea la excepción que confirma la regla.