No hay margen para el error

Sergio ‘Checo’ Pérez está en el ojo del huracán. Realizó un gran arranque de temporada y, cuando se creía que la lucha por el Mundial se reduciría a los dos Red Bull, el mexicano se ha visto envuelto en una serie de problemas que ponen en peligro su segundo puesto en la clasificación general. Fernando Alonso está solo nueve puntos por detrás y no duda de su capacidad por poder alcanzar el subcampeonato a final de año. Aston Martin es consistente en los podios, ha ido recortando distancia con Max Verstappen y todavía tienen mejoras en camino que les dan esperanzas por luchar por algo más. Parece complicado con el nivel de los energéticos, pero en la fábrica de Silverstone sueñan ya con su primera victoria y creen que no están lejos.

Sueños a parte, la realidad para Pérez es más bien una pesadilla últimamente. Ganó las carreras de Arabia Saudí y Azerbaiyán, se subió al podio en Bahréin y Miami, pero a partir de Mónaco, la situación se tornó a peor. El mexicano no puntuó en el Principado (fue 16º), perjudicado por un fallo en la clasificación y, aunque en Barcelona y Canadá sí estuvo entre los diez primeros, se esperaba más de sus actuaciones en pista. Un error tras otro que, viendo la hegemonía de su compañero de equipo y líder del Mundial, no se perdona. Red Bull quiere un doblete en el campeonato y ‘Checo’ se queda sin margen de maniobra. El asesor técnico del equipo, Helmut Marko, lo tiene claro: “En Austria, tiene que volver a organizar su clasificación, no puede cometer ningún error”.

Y ya no solo por los que viene acumulando desde hace semanas. Pérez se enfrenta a un fin de semana especial para su equipo, en el circuito al que dan nombre que, además, acogerá una nueva prueba al esprint. Lo cual, presiona más al mexicano, que sólo tendrá un libre para ponerse a punto antes de la clasificación para la carrera del domingo: será el viernes, siguiendo el nuevo formato del Mundial. Checo lleva tres carreras consecutivas sin pasar de la Q3, por lo que se someterá a examen con su futuro en el aire. “La meta inicial de Sergio Pérez era de dos o tres años (en el equipo). Eso sería más de lo que planeó de todos modos, solo hay que mantener opciones abiertas para el sucesor”, apunta Marko en declaraciones a la cadena austriaca ORF, recordando que esta temporada es la tercera del mexicano con los energéticos.

Y con las opciones abiertas para el futuro, desde Red Bull miran con cariño a su tercer piloto. Daniel Ricciardo regresó esta temporada al equipo después de quedarse sin hueco en la parrilla, recuperando una relación que, hace años, resultó muy fructífera y, la cual, le dio al australiano siete victorias en la Fórmula 1. Ahora, la marca medirá su nivel tras los próximos test de Pirelli. “Después de Silverstone, tendremos a Ricciardo en el coche durante tres días en la prueba de neumáticos organizada por Pirelli, y luego podremos evaluar dónde está Ricciardo realmente”, afirma el consejero, asegurando que quieren mantener abiertas todas las opciones dentro del equipo. Sin embargo, resulta curioso que el nivel de Daniel se ponga a prueba en el momento más complicado de ‘Checo’ Pérez.