La lluvia amenaza a la F1
La región de la Emilia-Romaña, donde corre el Mundial este fin de semana, declara la alerta roja por fuertes lluvias. La crecida de un río obliga a evacuar el circuito.
No lo serán los pilotos, tampoco el nuevo experimento que se probará en la clasificación... la lluvia será la gran protagonista del fin de semana en Ímola. Por primera vez en lo que va de curso, la Fórmula 1 sabe a ciencia cierta que tendrá que lidiar con un gran premio pasado por agua. Un gran aliciente para ver batallas interesantes en pista, con una igualdad más significativa sobre el asfalto que se decidirá en pequeños detalles. Pese a que Red Bull aterrice en Ímola con una superioridad nunca antes vista, las condiciones meteorológicas serán las grande aliadas de las marcas rivales, que no dudarán en sacar provecho de la situación. Sin embargo, puede que la situación se antoje más extrema de lo que se esperaba en un inicio.
La lluvia amenaza el primer fin de semana de un triplete que se inicia en el mítico circuito de Ímola. Por el momento no hay temor a una cancelación del evento como ha confirmado la organización, pues esperan que la situación “se controle en los próximos días”, pero la realidad es la que es: la región de la Emilia-Romaña, donde se disputará la sexta carrera de la temporada, ha declarado el estado de alerta roja por las fuertes lluvias que se esperan en los próximos días. De hecho, las tormentas ya afectaron a la zona hace dos semanas, provocando inundaciones que dieron resultado a destrozos de gran escala. La situación fue tan extrema que se produjeron evacuaciones masivas en varios puntos de la región y el fallecimiento de dos personas. Como prevención a nuevas inundaciones y desplazamientos de tierra, se han movilizado ya 120 unidades de bomberos para hacer frente a las lluvias extremas y todas sus posible consecuencias.
Por el momento, la situación más dramática se espera para este inicio de semana ya que las precipitaciones “siguen aumentando el nivel del río adyacente” al trazado. Según apunta la meteorología, la intensidad de las lluvias irá remitiendo con la entrada del fin de semana. Aún así, Dirección de Carrera estará pendiente del cielo, siguiendo con la prudencia que se ha dado en las últimas citas pasadas por agua. Como ejemplos más cercanos, la cita en Mónaco de 2022 se retrasó debido a una tormenta (se dieron dos vueltas tras el coche de seguridad para sacar bandera roja y reanudar la prueba una hora después) o el GP de Japón del pasado curso, donde se tuvo que esperar más de una hora para iniciar la carrera que decidiría el título en favor de Max Verstappen. Además, durante este fin de semana, Pirelli pondrá a prueba un nuevo neumático de lluvia extrema que no necesitará mantas térmicas para mantener la temperatura.
Evacuan al personal del circuito por precaución
La situación en los alrededores del circuito de Ímola empeoró en la jornada del martes. Las fuertes lluvias provocaron la crecida del Río Santerno que pasa justo al lado del circuito y los responsables de la pista evacuaron al personal que trabaja en la preparación del gran premio como precaución ante posibles inundaciones. Ya el miércoles, el trazado italiano amaneció con imágenes que preocupan un poco a la organización: el paddock y los boxes de la F1 se mantienen intactos, aunque la F2 no ha corrido la misma suerte. Su zona, al igual que las carpas de retransmisión, situado en la parte más baja del trazado de Ímola, se ha inundado. Las autoridades han prohibido el acceso del personal del circuito hasta nueva orden e, incluso, se ha recomendado a los equipos su desplazamiento hasta la zona. Y es que, aunque quisieran, la carrera que da acceso entre Faenza e Ímola está completamente anegada y, por tanto, cortada al tráfico, como muchas otras. La recomendación es no acercarse a la zona por prevención.