La inquietante altura del Red Bull
Las chispas dejan claro que el RB19 rueda más cerca del suelo que los otros monoplazas y su fondo plano no se resiente. Los rivales, atentos.
Dos dobletes tan cómodos en las primeras carreras de la temporada 2023 levantan suspicacias para cualquier equipo de la parrilla. El Red Bull ha arrancado el curso como uno de los monoplazas más dominantes de los últimos tiempos, al nivel de aquellos Mercedes híbridos que cimentaron su ventaja en la unidad de potencia. De este RB19 se destaca su concepto aerodinámico, con pontones huecos y en caída; y una suspensión delantera que les permite reducir la altura del coche sin que aparezca el temido porpoising. Pero el resto de escuderías andan con la mosca detrás de la oreja porque los dos grandes premios nocturnos, Bahréin y Arabia Saudí, muestran una evidencia: el RB19 ‘echa chispas’, es decir, ‘raspa’ el asfalto, en sitios donde ningún otro coche rueda tan cerca del suelo.
Otras escuderías punteras creen que si sus monoplazas también ‘rasparan’ en secciones determinadas de los circuitos ya visitados, el nivel de rebote no entraría dentro de los parámetros permitidos, o bien el desgaste de las piezas sería tan elevado que no cumpliría con los requisitos de la FIA. Para este año, el reglamento técnico obligó a aumentar la altura de los monoplazas en 15 milímetros, y su flexibilidad no puede superar los 5 milímetros cuando se aplica una carga de 250 Newtons.
Así que uno de los puntos fuertes del RB19 puede ser invisible: su fondo plano genera más carga aerodinámica que el resto a través del efecto suelo. Esta idea o rumor, lanzado por algunos equipos, no es nuevo: ya en los test se informó de ello en Auto motor und Sport. “Están 10 milímetros por debajo del resto, si nosotros fuéramos tan abajo, la estructura se rompería”, atribuían a una fuente de Mercedes. AS ha escuchado comentarios similares en el paddock: “Si tuviéramos chispas donde ellos, el coche sería ilegal”.
Hamilton: “Nunca he visto un coche tan rápido”
Al hilo de la superioridad se ha sumado Lewis Hamilton, que pilotó durante ocho temporadas (2014-2021) el monoplaza campeón de constructores. “Definitivamente nunca he visto un coche tan rápido. Cuando pienso que nosotros éramos rápidos (con aquellos Mercedes), no lo éramos tanto. Es el coche más rápido que he visto, sobre todo en comparación con el resto. No sé cómo o por qué, pero (Max) me adelantó a una velocidad muy seria y no me molesté en taparlo porque la diferencia de velocidad era masiva”, resume el siete veces campeón inglés sobre la pasada de Verstappen en Arabia Saudí.
“El Red Bull degrada menos los neumáticos, tiene más carga aerodinámica y va más rápido en curva. No hay secretos”, comentaba Carlos Sainz en su entrevista con AS. Las telemetrías de Arabia Saudí arrojan una ventaja de hasta un segundo por vuelta en carrera sobre Aston Martin que se amplía a 1.3 segundos sobre Ferrari en el tercer stint, con el neumático duro. A una vuelta, Pérez aventajó en 0.2 segundos a Leclerc y 0.5 a Fernando. Entre las virtudes del coche: es el mejor en curva rápida y está pegado a Ferrari en las rectas. Además, el efecto del DRS es muy importante. En velocidad máxima, Pérez y Verstappen lideraron en la clasificación de Yeda con 5-7 kilómetros por hora de ventaja (337 km/h). En carrera, Max alcanzó los 342,7 km/h durante su remontada. El siguiente, Piastri, se quedó en 336 km/h. Pero ser los mejores en las rectas no les impide ser los mejores, también, en las curvas.