La F1 que viene en 2026

Nicholas Tombazis (Grecia, 57 años), director de monoplazas de la FIA y uno de los máximos responsables detrás del cambio reglamentario de 2026, se sienta con AS y un reducido grupo de medios para valorar la generación de coches del efecto suelo (2022-2025) que cerró un capítulo en el GP de Abu Dhabi, con una parrilla extremadamente igualada y algunos problemas inherentes como el porpoising. También anticipa lo que puede traer la revolución de 2026, con nuevo reglamento aerodinámico y motores con un 50% de aporte eléctrico.

Generación ‘efecto suelo’. “Dimos un paso en la buena dirección en la mayoría de objetivos pero no fue un éxito absoluto. No nos daría un sobresaliente, más bien un notable. La reglamentación financiera (el techo de gasto) se aplicó durante este ciclo y ha sido un éxito, ha equilibrado la parrilla y ahora los equipos son activos, no hay riesgo de colapso cuando antes había varios casos al límite. Es realmente complejo porque cada escudería opera de manera muy diferente. Técnicamente, los coches podían seguirse más de cerca pero hubo vacíos legales demasiado permisivos y los equipos crearon flujos de aire sucio que comprometieron el buen trabajo. Me hubiera gustado que los coches llegasen más fácilmente a la zona de DRS”.

Dificultad para pelear. “El flujo de aire sucio de los coches empeoró entre 2022 y 2025. En 2021, el coche que va a diez metros de otro perdía el 50% de su carga aerodinámica. En 2022 llegamos a acercarnos al 20% al inicio del ciclo, pero eso se ha acercado al 35% en la actualidad. No está tan mal como en 2021, pero no está tan bien como en 2022”.

Vacíos legales. “Fueron el ‘endplate’ del alerón delantero, que se pensó como un flujo de aire hacia dentro del coche pero gradualmente ha ido hacia fuera. Y también todo el área aerodinámica alrededor de las ruedas delanteras y los filos del suelo. Son las mayores áreas que deterioraron el rendimiento (que generaron más aire sucio)”.

‘Porpoising’. “El hecho de que el punto óptimo de los coches estuviera tan cerca del suelo se nos escapó en las reglas de 2022. Tampoco los equipos lo previeron, se hizo obvio al inicio del campeonato pero ya era tarde para cambiar las reglas. El porpoising no ha desaparecido del todo pero ha mejorado mucho. Fue un error, debimos hacerlo mejor. Es improbable que suceda en 2026 porque el suelo es mucho más plano y no hay tanta ganancia de carga aerodinámica por ir más cerca del suelo. No lo descarto la primera vez que se ruede, pero las reglas no van en esa dirección y si los equipos lo solucionaron bien en esta generación de coches, será mucho más sencillo en la próxima”.

Expectativas en 2026. “Espero que el primer factor de diferenciación sean los motores de combustión, entran nuevos fabricantes y al principio habrá diferencias, aunque hemos puesto en marcha procedimientos para que la gente pueda recuperar la desventaja y que sea temporal. En cuanto a la aerodinámica, al principio habrá soluciones mejores y peores, pero en los primeros seis o doce meses habrá una convergencia. No espero una parrilla tan apretada como la actual al principio, pero sí una vez los coches tengan cierta convergencia”.

Nuevo ‘DRS eléctrico’. “Permitirá a un coche que está a un segundo de otro recuperar más energía durante la vuelta, medio megajulio, y más potencia que el coche de delante. Es el equivalente al DRS actual. Estamos afinando las relaciones y se ajustarán para que no sea ni muy fácil ni demasiado difícil adelantar. Tiene que ser una ventana estrecha. Debe haber peleas, pero tampoco queremos posiciones establecidas en la primera vuelta”.