Hamilton, Ferrari y un Mundial de F1 al rojo vivo
La temporada 2025 se presenta hoy con los diez equipos en un O2 de Londres abarrotado. La semana que viene (25-28 de febrero), test en Bahréin.


No será en un circuito, sino en el O2 Arena de Londres con capacidad para 20.000 espectadores, pero la Fórmula 1 levanta este martes (a las 21:00 hora española en DAZN y YouTube) el telón a una temporada de máxima expectación con una presentación por todo lo alto. Por primera vez, las diez escuderías revelarán en el mismo evento sus colores definitivos para la temporada 2025. Algunas mostrarán también sus coches y todos los pilotos comparecerán. Entre ellos, Hamilton de rojo y con Ferrari. Las entradas, entre 70 y 135 euros, se agotaron a los 45 minutos de salir a la venta. El ‘no hay billetes’ es un reflejo del buen momento de salud por el que pasa la F1: gusta a jóvenes y veteranos (un 42% de la masa de aficionados es menor de 35 años, según los datos internos), a hombres y mujeres (el 41% son seguidoras). Y, además, lo que sucede en la pista por fin está a la altura de las expectativas de la grada.
El actual ciclo técnico termina en 2025, el próximo año habrá un extenso cambio de reglamento, así que se presume que las escuderías tenderán a igualar sus prestaciones conforme las normas maduran. Los mejores encuentran poco margen de mejora. Los peores se acercan más rápido. El último curso parecido (2021) regaló uno de los mejores finales de temporada que se recuerdan, con Verstappen birlándole el Mundial a Hamilton en la última vuelta de la última carrera. Y para esta campaña la máquina está caliente: se espera a McLaren, Ferrari, Red Bull y quizás Mercedes luchando por victorias como en 2024. El cambio de ciclo presiona a Verstappen después de cuatro Mundiales, el último de ellos lo tensó Norris.
Pero el relato no circula por ahí. Hasta que el asfalto coloque a cada uno en su sitio en el GP de Australia (16 de marzo), no se habla de coches ni de equipos, sino de un protagonista icónico: la llegada de Hamilton en Ferrari amenaza con convertirse en una de las grandes historias del deporte contemporáneo. Si lograra un octavo título de rojo no habría adjetivos para calificar la gesta. Si no lo consigue, lo que suceda no pasará desapercibido. Charles Leclerc le recibe como compañero en su mejor momento deportivo con una escudería construida a su alrededor.
En el plano español, Sainz ya estrenó el Williams FW47, aunque en Londres mostrará la decoración definitiva. Alonso intervendrá por primera vez en este año, apenas un par de semanas antes de que Newey reciba su tarjeta de empleado en Aston Martin y se ponga manos a la obra. El AMR25 no se desvelará oficialmente hasta el domingo. Tocará el asfalto de Bahréin en un filming day antes de los test de pretemporada (26, 27 y 28 de febrero) con el formato habitual: ocho horas de pista al día y un coche por escudería. No son muchos kilómetros, sobre todo para quienes cambian de colores. Por eso abundaron los test privados con coches antiguos y las oportunas pruebas de Pirelli en las semanas recientes. Aunque aquello fueron balas de fogueo. Después del aplauso coral que recibirán este martes en el ‘F175′ de la capital británica (el evento conmemora los 75 años de la categoría), se acabó la cordialidad.
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