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F1 | MONZA

Ferrari se enreda con uno de sus puntos fuertes

Elkann ve a la Scuderia ganadora “en 2026 con Leclerc en la pole”. Binotto reafirma la “igualdad” de Sainz. Y Montezemolo cuestiona el liderazgo de los responsables.

Monza
Mattia Binotto y Carlos Sainz (Ferrari F1-75). Monza, Italia. F1 2022.
Scuderia Ferrari Press Office

Ferrari ha tenido coche para luchar por el título, al menos hasta el verano, pero encararán las carreras de ultramar a más de 100 puntos de Verstappen en la tabla de pilotos y con el segundo puesto de constructores en peligro por la amenaza de Mercedes. Al llegar al GP de Italia, hogar de los tifosi, es inevitable hacer balance. El F1-75 fue un gran monoplaza y tuvo un gran motor, aunque la fiabilidad no siempre acompañó y la degradación de neumáticos ha sido irregular también. Sainz necesitó varias carreras para entonarse, Leclerc cometió errores de bulto tras un buen inicio, si bien entre ambos suman cuatro victorias que hace un año hubieran sido impensables. Quizás la mayor inquietud está en el ensamblaje del equipo: estrategias cuestionables, malas paradas en boxes y algún otro detalle.

La continuidad de Mattia Binotto al frente del proyecto no está en entredicho. Es lo que se respira en el paddock de Monza, también lo que transmite el presidente de Fiat, John Elkann, en una entrevista con ‘La Gazzetta’: “Tenemos fe en Mattia, apreciamos lo que él y sus ingenieros han hecho. Pero debemos progresar y eso va para los mecánicos, ingenieros, pilotos, ‘staff’ y ‘team principal’. Ha habido muchos errores en fiabilidad, pilotaje y estrategia. Confiamos en Binotto (jefe desde 2019) y su equipo y funcionó, pero no estoy satisfecho porque podemos hacerlo mejor”. Elkann habla de 2026 como fecha para aspirar a los títulos, “antes de 2026 Ferrari ganará los dos campeonatos con Leclerc en ‘pole position”. Si bien el dirigente habla de “dos grandes pilotos, posiblemente la mejor alineación de la Fórmula 1″, en referencia a Carlos Sainz.

En L’Equipe, Luca Cordero di Montezemolo, expresidente de Ferrari (1991-2014, antes ‘team principal’), cuestiona las figuras de liderazgo en la escudería. “Con Fernando (Alonso), apretamos a Vettel hasta la última carrera en 2010 y 2012. Teníamos jefes fuertes como Jean Todt o Stefano Domenicali. Y me gustaría pensar que el presidente también lo era. ¿Elkann, Camilleri? La F1 es muy especial, por ser un buen gestor de una compañía de tabaco o márketing no quiere decir que puedas ir a la F1. Necesitas pasión y devoción, debes estar presente cada día, cada noche, hacer mucha política porque los otros lo hacen”. Montezemolo, por cierto, entiende que Ferrari no haya elegido a un piloto número uno: “Con Michael (Schumacher) quería un piloto muy fuerte y un segundo apoyo, así veía al equipo. Charles es fuerte, es joven y debe ganar ya. Como el coche no es perfecto, a veces empuja un poco demasiado. Como Michael en 1996”.

“La ambición de los dos pilotos es ganar el título”

El rango de primer piloto para Leclerc ha sido un tema de debate en la prensa italiana y francesa, dos países que asumen como nacionales las victorias del monegasco, pero es el propio Binotto quien respalda a Sainz y le concede estatus igualitario. Sobre todo porque lo dictan sus resultados (en 2021 estuvo delante de Charles en el Mundial, también hizo más podios). “No significa eso (que hayan designado a un piloto número uno). Charles ha sido esta temporada más rápido que Carlos, de media, y ha hecho más poles. Pero la ambición de los dos pilotos es ganar el título y creo que Carlos es un piloto fuerte, lo demostró en el pasado y este año, suma muchos puntos el domingo, aprende y es rápido también. Es justo, como equipo, darles igualdad de condiciones al inicio de la temporada, y si durante la temporada existe la necesidad, designaremos quién tiene más oportunidades para ganar”. Ferrari cuenta con una de las alineaciones más equilibradas según refleja la clasificación de pilotos. Mercedes también, y a nadie se le ha ocurrido proponer que Russell deba ser primer piloto antes que Hamilton por su posición en la tabla; o viceversa, por los siete títulos de diferencia. Quizás ese sea otro de los males de la Scuderia: convertir la virtud en un problema.