“No es mucho pedir que los pilotos no digan palabrotas”
El presidente de la FIA, en Madrid, pide disciplina en el lenguaje de las estrellas: “No quiero que los padres nos vean como un deporte sucio”.

El presidente de la FIA pasó revista desde lo alto de la torre de control del Jarama. Mohammed Ben Sulayem (Abu Dhabi, 63 años) viajó este viernes a Madrid para asistir a la cumbre de oficiales y comisarios y presentar además su informe contra el acoso y los insultos en las redes sociales. Un barómetro que impulsó, por cierto, a raíz del episodio que vivió la comisaria española Silvia Bellot tras una serie de penalizaciones en el GP de Estados Unidos de 2022. “Silvia fue amenazada de muerte, ella y su familia, y yo levanto mi voz contra esto porque no es aceptable. Por eso esta campaña es una responsabilidad para nosotros cada día”, subraya con voz fuerte, como siempre que habla, el máximo mandatario del automovilismo internacional.
Ben Sulayem cubrió todos los temas de candente actualidad que pasan por su despacho. A AS le confirmó que habrá cambios entre los directores de carrera (tras la salida precipitada de Niels Wittich en Las Vegas 2024) y se anunciarán muy pronto: “Quién y cuántos directores de carrera son preguntas que conoceremos pronto, en los próximos días. Habrá sangre nueva y habrá más de uno. Los equipos y los pilotos se pueden quejar pero luego no van a querer pagar todo esto. Y hay una enorme inversión detrás, hemos necesitado dos años y medio para llegar a este momento y conoceremos los resultados cuando empiece la temporada. Esto debe ser un sistema, no debemos depender de un solo director de carrera o del presidente”.
Las sanciones endurecidas por utilizar un lenguaje inadecuado (40.000 euros por decir palabrotas y amenaza de un mes de suspensión si sucede tres veces) están justificadas para el dirigente emiratí: “Nuestros pilotos son embajadores, envían un buen mensaje de nuestro querido deporte y no queremos que los padres nos vean como un deporte sucio. Hay libertad pero también disciplina. Hay pilotos que ganan millones de dólares y deben ser disciplinados, como en cualquier otro trabajo. No son niños, tienen responsabilidades hacia la FIA. Hasta Toto Wolff estaba sorprendido porque su hijo, menor de diez años, decía palabrotas que escuchaba a los pilotos. Eso no es lo que queremos en la FIA. Si te controlas en un coche de F1, puedes controlar tus palabras y ser responsable hacia el deporte que te da tanto. No es mucho pedir y no es nuevo, son normas de la FIA escritas desde 1972″.
Y cierra MBS insistiendo en que su relación con las 20 estrellas del deporte es buena: “Los veo como mis hijos. Fijaos en Verstappen y su castigo con servicios a la comunidad, la gente pensaba que el presidente de la FIA le iba a mandar a limpiar los baños. Hablé con él en Qatar, estaba nervioso, le propuse inspirar a niñas y niños y le pareció muy bien. Fue a Ruanda (durante la semana de la gala de entrega de premios), les abrazó, fue muy bueno para ellos”. Que no muerde, viene a decir, aunque algunos puedan confundir su determinación con tintes autoritarios. “La FIA tiene que ser fuerte, había que limpiar la casa”, resume después de tres años de mandato con muchas curvas, y también muchos cambios en el estamento deportivo de la F1. De la reciente salida de Johnny Herbert como comisario, apunta: “No puedes ser comisario y comentarista en los medios de comunicación. Él entendió la salida, agradeció a la FIA y nosotros a él. Nuestra selección debería ser más amplia, no deberíamos estar limitados. Por eso necesitamos sangre nueva entre los oficiales para sostener el negocio del automovilismo”.
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