Alonso: “Si el coche de 2026 va bien, puede ser mi último año”
El español habla con AS sobre el futuro ante un cambio de reglas que afronta con Aston Martin como “la última oportunidad para volver a luchar por un título o un gran premio”.
Esta temporada no se recordará por resultados vistosos, pero a la vuelta de la esquina aguarda el último cambio de reglas de la Fórmula 1 en la carrera deportiva de Fernando Alonso (Oviedo, 44 años). El bicampeón se refiere en esos términos al 2026 en esta entrevista con AS, en la que habla sobre las cualidades que le diferencian de otros pilotos, el impacto de Adrian Newey en Aston Martin y su futuro en el Mundial a partir del próximo año.
—Se cumplen 20 años de su primer título, así que son 19 años sin un coche campeón. En este tiempo no se le ha escuchado decir que un coche u otro no se adapta a su estilo…
—Seguramente los hubo, pero es una excusa que no sirve de nada. Tienes que adaptarte porque los coches cambian y las reglas cambian. Sin ir más lejos, nada más acabar el segundo Mundial tenía un coche ‘anti-Fernando’ en 2007. Los neumáticos eran los Bridgestone, que eran los mismos que se utilizaban en la GP2 de entonces, así que todos los pilotos que subían de la GP2 de repente tenían muy buenas prestaciones (como su compañero, Hamilton). Ahora se habla mucho de la vuelta de preparación de los neumáticos Pirelli, pero ya entonces había una forma muy diferente de calentarlos y era un asunto completamente desconocido. Lo he sufrido algunos años, pero es lo que hay.
—En la lista de cualidades de un piloto, además de la velocidad el sábado y la agresividad el domingo, ¿cómo de importante es la capacidad de adaptación?
—Es importante, porque hay que tener en cuenta que en un F1 no hay dos vueltas iguales. Las condiciones cambian, la temperatura de la pista varía, los neumáticos pierden un par de décimas de prestaciones en cada vuelta pero al mismo tiempo la gasolina va bajando y recuperas algo de rendimiento. Tienes un coche con 100 kilos de combustible al inicio de la carrera y 20 kilos cuando quedan diez vueltas. Necesitas una adaptabilidad importante a la hora de conducir y creo que es una cualidad, siempre, del piloto rápido. No solo en F1, en otras categorías más aún. Aquí en Bakú nos encontraremos una pista cinco segundos más lenta en los primeros entrenamientos libres porque está muy sucia, y en clasificación tienes vueltas con riesgos extremos, y en carrera debes controlar neumáticos, batería, consumo de gasolina y DRS con el coche de delante y con el de detrás. Tienes que variar tu forma de conducir constantemente.
“Me hubiese gustado tener un coche rápido, no destacar en nada y ser el piloto más aburrido del mundo”
Fernando Alonso
—¿Cuáles son las dos o tres cualidades que cree que le diferencian de otros pilotos?
—Primero, la adaptabilidad a condiciones cambiantes de la pista, creo que cuando empieza a llover o a secarse, la capacidad de interpretar cuál es el agarre que habrá en la siguiente curva siempre se me ha dado bien. Otra cualidad es no tener un punto demasiado débil muy marcado. Hay pilotos que sufren más en frenada, o en curva rápida, o en frenadas con mucha carga lateral. Al experimentar con tantos compañeros como he tenido en la F1, siempre hay alguna área de la conducción en la que sufren un poco más, y por ejemplo sabes que al llegar al GP de Abu Dhabi vas a ser más fuerte que tu compañero en la curva cinco, porque sufre en esa clase de entradas a curva. En mi caso no hay muchas curvas que se me atraganten de año en año. Puede que un año vaya muy mal en la curva uno de Zandvoort, por ejemplo, pero quizás es por el ‘set-up’, por el día o porque no tengo un buen fin de semana. Pero es raro que al año siguiente me encuentre con la misma dificultad. Y la tercera, supongo que es la mentalidad. No rendirme, intentar estar siempre preparado para lo que venga. A veces puede ser un podio y otras veces será un 14º. Pero si puede ser un 14º, mejor que no sea un 16º.
—A veces se escucha por el paddock que Alonso es un piloto de domingos más que de sábados. Posiblemente porque tiene más victorias (32) que poles (22). Pero las grandes diferencias con sus compañeros de equipo (tiene un parcial favorable de 28-0 Stroll en clasificación) se aprecian mejor en clasificación…
—Tengo más victorias que poles porque nunca he tenido un coche rápido. En las poles importa fundamentalmente el coche, sin gasolina y con neumáticos nuevos, así que normalmente está en la pole el coche más rápido. Y yo he tenido muy pocas veces el coche más rápido. El domingo hay otros factores, tienes que salir bien, tienes que conservar los neumáticos, atacar o defender en el momento adecuado, hacer buenos pit-stops… ahí es donde he destacado un poco más. Aunque me hubiese gustado no destacar en nada, tener un coche rápido y ser el piloto más aburrido del mundo. Pero tenía que inventarme algo los domingos. No me considero un especialista en los sábados, tampoco los domingos, pero sí prefiero las carreras a la clasificación. Cuando luchas por el Mundial, los sábados conllevan un riesgo grande de accidente, de impeding a otros pilotos o de cometer errores. Pero en los domingos se reparten los puntos y es donde siempre me he concentrado más para hacer buenas actuaciones.
—A estas alturas de su carrera deportiva, ¿cuánto le motiva el cambio de reglas de 2026?
—Mucho, porque sé que es mi última oportunidad. Es el factor diferencial. Los otros cambios de reglamento los veía simplemente como un cambio, con la esperanza de que fuese bien y mi equipo acertase al interpretar el reglamento y tuviera un coche rápido. Pero este es diferente, porque es el último cambio de reglamentación que voy a vivir y es la última oportunidad para intentar ganar otro gran premio, disfrutar de cosas buenas, subir al podio y luchar por un campeonato. Hay muchas esperanzas puestas en el cambio de 2026. Aunque no sea ni más ni menos fuerte que otros cambios de reglas anteriores, para mí emocionalmente es un cambio muy importante.
“Si el coche fuese mal, hay posibilidades de que siga para acabar con buen sabor de boca”
Fernando Alonso
—¿De qué depende que 2026 sea su última temporada en la F1?
—Depende de la sensación que tenga el año que viene, de cómo me sienta físicamente y mentalmente. Pero no lo sé. Ahora no tengo una idea clara. Si el coche fuese bien, hay muchas probabilidades de que sea mi último año.
—¿Prefiere terminar con buen sabor de boca a extenderse con un coche competitivo?
—Sí. Sé que tengo más posibilidades de hacerlo bien en 2027 o 2028, cuando haya una estabilidad en el grupo humano que tenemos ahora con Adrian Newey y los demás. El primer año puede que hagan bien las cosas, pero para el segundo o el tercero está garantizado que harán bien las cosas. Pero tengo que verlo conmigo mismo. Si el coche fuese mal, hay posibilidades de que siga un año más para acabar con buen sabor de boca. Si el coche fuese bien, es probable que 2026 sea mi último año.
—Así como 2023 ayudó a extender su carrera, este 2025 más discreto, ¿qué influencia tiene?
—Cuando las cosas van bien, ayuda; cuando las cosas van mal, desespera un poco. Este año sabíamos que sería duro porque la base es 2024. Además de tener pocas prestaciones en el coche ha habido momentos y casualidades en nuestra contra y eso ha dolido de verdad. Perder un octavo de Monza, un sexto de Zandvoort… es totalmente anecdótico en mi carrera y la gente de fuera pensará que qué más da. Es como si pierdes un partido 2-1 en vez de 4-1. No es tan grave, has perdido igualmente. Pero son resultados que duelen.
—¿Cuál es la tendencia de Aston Martin? ¿Hacia dónde se dirige el equipo?
—El equipo se dirige hacia su mejor momento. En el circuito hacemos lo que podemos cada fin de semana y sí hay algo de fatiga, de querer acabar la temporada para resetear. Pero en la fábrica es todo lo contrario, está todo focalizado en 2026 y hay mucha ilusión y un nuevo método de trabajo con las enseñanzas que imparte Newey. Hay un camino claramente ascendente para Aston Martin.
—¿Qué hay de diferente con Newey a bordo? ¿Está a la altura de lo que esperaba?
—Sí, sin duda que está a la altura. Es un diseñador diferente en comparación con todo lo que había visto hasta ahora. Muy metódico, pero a la vez místico. Con genialidad. No tiene una hoja de ruta muy marcada, es todo inspiración y eso es muy interesante desde fuera. Pero también lo combina con la rigurosidad propia de la Fórmula 1 en cuanto a tiempos, calidad e inspiración. Hasta ahora ha sido enriquecedor trabajar con él, veremos el año que viene.
—¿Cuánto puede influir el piloto a la hora de afinar todo lo que pase en 2026?
—Newey hace preguntas que le inquietan en busca del punto de vista del piloto, con este tipo de coche, este tipo de carga, las velocidades puntas que esperamos alcanzar o el momento de cortar la batería a mitad de las rectas. Habrá una dinámica diferente a la hora de afrontar las curvas porque el coche se comportará de otra manera, será más ligero y con unos neumáticos diferentes. Él se intenta adelantar al futuro y piensa en la velocidad con la que llegarás a una curva en Barcelona y en lo que te gustaría que hiciera el coche, más tren delantero, más tren trasero, más potencia en frenada. Hace todas estas preguntas porque él ya está visualizando la pieza del coche que quiere cambiar para que estés más cómodo.
“Quiero dejar la F1 considerándome el mejor, y que la gente de fuera en un 30 o 40 por ciento también lo piense. Quiero marcharme en lo alto”
Fernando Alonso
—Si 2026 fuese su último año en F1, ¿le gustaría saberlo con antelación para despedirse a su manera de cada gran premio?
—Lo pensé en 2018, cuando dejé la F1. Sí recuerdo esa sensación cuando fui a Japón, y a otros grandes premios en los que aún no se había anunciado y yo ya coqueteaba con la idea de que fuera el último año. Así que intenté disfrutar de las drivers parade, de cuando salía del paddock los domingos. Son boxes, circuitos u hoteles que no voy a ver más en mi vida y en mi cabeza sí me gustaría saberlo para ir diciendo adiós, internamente, a cada circuito.
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—Otros grandes deportistas han terminado su carrera despidiéndose uno por uno de los grandes torneos, pero sin estar ya al máximo nivel competitivo. En su caso, no parece que la falta de competitividad vaya a ser un factor que influya en la retirada…
—No será por falta de competitividad. Cuando deje la Fórmula 1 quiero dejarlo como ahora, considerándome el mejor. Y que la gente de fuera, al menos un 30 o 40%, sigan considerando que soy el mejor. No quiero dejarlo por haber perdido facultades. Voy a disfrutar del año que viene y me lo tomaré año a año. Pero sí, quiero dejarlo en lo alto.
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