“Alonso nunca fue un destructor de equipos”

La próxima temporada supondrá el octavo cambio de equipo para Fernando Alonso durante su etapa en la Fórmula 1. Después de convertirse en bicampeón del mundo con Renault, el asturiano encontró su hogar en la marca del rombo y aunque se marchó hasta otros destinos para seguir ampliando su palmarés, la escudería francesa siempre fue refugio después de años complicados. La confianza se construyó de manera recíproca y la mayor muestra de fe fue el regreso del español al equipo en su vuelta al Gran Circo tras dos años de ausencia.

Fernando volvía para ganar de nuevo con un equipo que, para esta ocasión, se vestía con el traje de Alpine. Establecieron un Plan para regresar a lo más alto con el asturiano, que siempre trabajó por mejorar al equipo incluso en una temporada como la actual donde la fiabilidad comprometió sus resultados. Una situación que generó dudas en la continuidad Alonso, también debilitada por una oferta que no compensaba las carencias del monoplaza ni le auguraba confianza al bicampeón en el futuro. Entonces Aston Martin fue una oportunidad, pero su fichaje volvió a poner en relieve una faceta conflictiva del asturiano que Eric Boullier, exjefe del asturiano durante su etapa con McLaren-Honda, desmiente por completo.

El francés habló en GP Racing sobre la personalidad de un piloto al que tachan como “destructor de equipos”. “No sé por qué ha crecido esta reputación. Nunca fue un destructor de equipos. Tiene un verdadero espíritu de equipo, pero no siempre con el piloto al otro lado del garaje”, cuenta Boullier sobre la personalidad de un Alonso que simplemente trabaja para llegar a lo más alto. Mientras que desde el otro lado del box, simplemente acepta ayuda y nunca rivalidad: “Trabaja bien en un entorno en el que es el número 1 y tiene un número 2 que puede ayudarle y pueden trabajar juntos. Cuando estaba con Button, eran lo suficientemente inteligentes como para entenderse y respetarse”.

Alonso afronta su trabajo como el número 1 dentro del box, “si no puede usar un conductor para su beneficio, esa persona se convierte en un enemigo”. Pero esa ambición para Boullier le convierte en el mejor formador de equipos de todos los tiempos: ”Es un gran competidor, está centrado en sí mismo pero quiere incluir a todos los que lo rodean para ganar. Fernando lee cada detalle. Se esconde en su vestuario y podrías pensar que está relajado, pero la mayor parte del tiempo está trabajando”.

Para el francés, Fernando lleva el perfeccionismo a otro nivel y por encima de todo, destaca su fortaleza estratégica: “Estudia el deterioro de las llantas de todos los coches rivales a su alrededor desde los entrenamientos del viernes y los domingos sabe con qué oponentes pelear y de cuáles mantener las distancias. En la carrera, absorbe aún más detalles en las pantallas de los espectadores y usa toda esa información para obtener una ventaja. Es increíblemente fuerte a nivel estratégico”.