Alonso no puede ir más rápido
El español es sexto en los entrenamientos de Zandvoort. Russell lidera por delante de Piastri y Hamilton. Sainz apenas rueda por un fallo en la caja de cambios.
A pie de pista se aprecian unas cuantas fortalezas, y sobre todo las carencias de esta F1. El McLaren juega con el peralte de la tres, poco importa la entrada en la curva (incluso cuando Piastri amenaza con irse largo) con un monoplaza que se pega tan fuerte al asfalto para salir con tracción camino del enrevesado segundo sector. Lo mismo sucede con los dos Mercedes, gemelos en la trazada. Verstappen se agarra como puede a esa línea con pequeños trallazos y chispazos del fondo plano en la salida, al pisar por el piano, que revelan que ese Red Bull va al límite. Y Alonso… simplemente no puede ir más rápido. El asturiano fue sexto este viernes con un Aston Martin más digno en Zandvoort, quizás sea verdad que este circuito es más amable con el coche de Silverstone. Pero se quedó a seis décimas del más rápido, Russell, y son irrecuperables.
El escalón es insalvable y además faltan los dos Ferrari: Leclerc fue noveno en un trazado esquivo para los de Maranello, que quizás ya tienen la cabeza en Monza. Y Sainz apenas rodó: un fallo en la caja de cambios descubierto durante la bandera roja por accidente de Hulkenberg dejó al español con apenas siete vueltas y penúltimo en la tabla. Mala noticia, porque por la mañana la climatología desapacible de Zandvoort (algo de agua y muchísimo viento) convirtió los entrenamientos libres en un sálvese quien pueda poco relevante. Por la tarde se quedó sin intento con las gomas blandas. Demasiadas incógnitas en una pista con la vuelta cortísima (ya se rueda a 1:10), revirado y en el que cualquier pequeña diferencia se vuelve importante.
De vuelta al Aston, muchos se acuerdan del segundo puesto de Fernando aquí en 2023, aunque no haya casi elementos comunes entre aquel AMR23 de final de verano que aún tenía destellos, con un piloto en estado de gracia; y este AMR24 vulgar que no transmite confianza a quien lo lleva y es un quinto coche de libro, si no sexto. “Tenemos buenos recuerdos, fuimos segundos aquí en unas condiciones diferentes. Pero en general éramos más competitivos el año pasado que este. Eso no quiere decir que no intentemos aprovechar cualquier oportunidad. El domingo será más estable en cuanto a climatología. Lo intentaremos, cuando hay oportunidades normalmente estamos ahí. Es lo que intentaremos”, admite Mike Krack, jefe de la escudería.
Newey y Aston, ¿destinados a encontrarse?
La comidilla del final de verano en el paddock vincula a Newey con Aston Martin. Eso trasladan ciertos satélites de Ferrari, justificando que no haya querido fichar por los italianos. El genio de la aerodinámica moderna reposa la decisión sin pisar los circuitos desde hace un tiempo. Sería la guinda del proyecto de Lawrence Stroll. Pero los ocho podios de Alonso en 2023 ahora no son más que un recuerdo. El crédito del proyecto no será eterno y no podrán parapetarse únicamente bajo la enorme inversión de la fábrica y la entrada de Honda como socio de motores en 2026. Harán falta resultados y una dirección en el desarrollo del coche. Mejoras que mejoren. En definitiva, todo lo que no ha habido en los últimos doce meses. “Somos un equipo muy atractivo, con infraestructuras que se desarrollan, y es un honor que se nos relacione con gente así”, insiste Krack cuando le preguntan por Newey. La oferta económica será, sin duda, muy atractiva.
Por lo demás, el viernes dejó una leve ventaja de Mercedes sobre McLaren, con Russell delante de Piastri (0.061) y Hamilton también mejor que Norris. Los tres primeros pilotos de la tabla de tiempos han ganado las cuatro últimas carreras. Ninguno es Verstappen (5º, 0.284) o Norris (4º, 0.259), quienes lideran la clasificación del Mundial. No todo está escrito en la temporada. Mercedes, por cierto, estaba detrás de Aston Martin en circuitos como Yeda, al inicio de la campaña, y ahora les observan desde una liga diferente.